Clint Eastwood indaga en la tragedia de la inocencia robada

El actor y director Clint Eastwood presentó ayer en Londres su última película, Mystic river. Flanqueado por dos de los actores principales, Tim Robbins y Laurence Fishburne, Eastwood definió la película como una parábola sobre "la usurpación de la inocencia, la usurpación de la vida de alguien", algo que siempre le ha obsesionado. "He hecho la película que quería, sin pensar en el público", proclamó.

Mystic river, que se estrena en España el 24 de octubre, está basada en la novela homónima de Dennis Lehane y relata la tragedia vivida de niño por Dave Boyle (Tim Robbins). Un incidente que trunca la amistad con sus dos amigos inseparables, Jimmy (Sean Penn) y Sean (Kevin Bacon) y planea por los acontecimientos que ocurrirán años después, cuando un nuevo drama reúne otra vez a los tres protagonistas en la calles de East Buckingham, un deprimido barrio obrero de Boston.

La película arranca y acaba con esa usurpación de la inocencia que obsesiona a Eastwood y con un misterioso gesto de Kevin Bacon apuntando a Sean Penn con una pistola imaginaria. "El público puede sacar sus propias conclusiones sobre el final, cuando Kevin apunta a Sean", declaró ayer el director. "Mucha gente me pregunta qué significa y yo les pregunto a ellos qué creen que significa. Y cuando me lo dicen yo les digo que es perfectamente correcto", rió Eastwood.

Director, productor y autor de la música, Clint Eastwood asegura que no ha hecho la película pensando en la reacción del público. "No hago ese tipo de cosas", se revolvió. "He hecho la película que he querido y puede gustar o no, pero no he pensado en la audiencia. No creo que sea correcto hacer una película según cómo reaccione la gente en los pases previos. Creo que uno tiene que hacer la película que le parece, aunque corras el riesgo de que no funcione. A lo largo de la historia ha habido películas que no han funcionado, incluso grandes películas, muchas".

Detrás de una historia aparentemente policial, Mystic river plantea una de las obsesiones del director: la usurpación de la inocencia. "Durante toda mi vida siempre me ha obsesionado la usurpación de la vida de alguien, la usurpación de la inocencia. Es uno de los crímenes más odiosos. Hay que hacer algo contra los crímenes contra los niños, eso es algo que ha estado siempre con fuerza en mi mente y que de hecho es de lo que trata esta historia: cómo en la vida adulta la gente sigue afrontando los problemas de la infancia, cómo las cosas vuelven una y otra vez".

Actores y director no dejaron de echarse flores durante la presentación del filme. Tim Robbins agradeció sobre todo "una calma y confianza que no había experimentado antes, sin los problemas, las actitudes y el chismorreo tan habitual en Hollywood". "Todo ha sido muy agradable, muy profesional y muy eficiente", subrayó. "La gran revelación es que puedes hacer las cosas con una sola toma, sin tener que torturarte a ti mismo con 20 tomas".

"Es increíblemente civilizado trabajar para el señor Eastwood", proclamó Laurence Fishburne. "A menudo en las películas te hacen trabajar 18 horas, 21 horas, o lo que sea. No nos ha pasado eso ni un solo día. Hemos empezado y acabado siempre a una hora decente y hemos seguido haciendo una vida familiar y confortable. Tiene una ética de la disciplina en el trabajo y, al mismo tiempo, una gran inventiva".

Eastwood subrayó que el hecho de que varios de los protagonistas (Sean Penn y Tim Robbins) hayan trabajado también como directores lo hizo todo más fácil: "Ha sido muy bueno para mí porque no tienes problemas de lenguaje, necesitas muy pocas discusiones. Cada actor debería hacer de director alguna vez en su vida y cada director debería actuar, ésa es la mejor manera de que todos comprendan lo que es una producción".

La película se ha rodado en Boston, el lugar donde se desarrolla la historia. "Me encanta trabajar en los escenarios reales", proclamó Robbins. "Aquí hemos rodado con actores de Boston, con el equipo técnico de Boston y no hacía falta que diera la sensación de que era Boston porque estábamos allí, en sus calles".