El Málaga castiga la tosquedad del Celta
Un pizca de presión en el centro del campo y algo de pegada, y los tres puntos se quedaron en La Rosaleda. Pocas tardes tan confortables como la de ayer le esperan al equipo de Juande Ramos, que sin apenas remangarse redujo al Celta a cenizas. O se redujo el Celta a sí mismo, porque de tan tosca puesta en escena como la que presentó en Málaga sólo podía salir un ladrillo. Muchas veces, de bodrios semejantes ha salido indemne el equipo de Lotina, pero la racha no podía ser eterna, y se impuso la cordura de un Málaga mucho más amable con la pelota. El Celta se agazapó en el campo como un salteador de puntos: encogido, repleto de futbolistas voluntariosos y con Milosevic, Jesuli y Gustavo López como reserva ofensiva. El proyecto de partido se le ha visto tantas veces que es un clásico. Consiste en dejar pasar el reloj sin mayor plan de ataque que los balones frontales de Cáceres para, en la segunda parte, estirarse a la caza de la sorpresa. Una vez más anduvo cerca del empate, pero cuando anotó su único gol sólo tardo diez minutos en que Miguel Ángel le devolviera a su sitio.
21
MÁLAGA
CELTA
Málaga: Arnau; Josemi, Litos, Sanz, Valcarce; Manu (Diego Alonso, m. 74), Miguel Angel, Romero, Duda; Salva (Gerardo, m. 69) y Edgar.
Celta: Cavallero; Velasco, Sergio, Cáceres (Nacho Franco, m. 85); Ángel (Vagner, m. 60), José Ignacio, Luccin, Juanfran; Jesuli (Jandro, m. 78), Gustavo López; y Milosevic.
Goles: 1-0. M. 14. Fernando Sanz, a la salida de un córner. 1-1. M. 70. Milosevic cabecea una falta sacada por Jesuli. 2-1. M. 79. Miguel Ángel culmina un contragolpe lanzado por Gerardo.
Árbitro: Vicente Lizondo Cortés. Amonestó a Edgar, Arnau, Romero, Juanfran y al entrenador del Celta, Miguel Ángel Lotina.
Unos 21.000 espectadores en el estadio de La Rosaleda.
El primero de los goles, anotado por Sanz a los diez minutos, no apeó al Celta de su discurso. Cierto que el equipo vigués tuvo la pelota mas tiempo que el Málaga, pero jamás encontró un camino para cruzar el medio campo que no fuera el pelotazo. Fernando Sanz sólo tuvo que aprovechar un córner mal defendido por el Celta para poner por delante al Málaga. Empujado por Romero, el equipo de Ramos únicamente podrá reprocharse su falta de puntería, porque atacó por todos los flancos. El Celta, en cambio, tardó una hora en disparar a puerta, tras una combinación de Milosevic y Gustavo López a la que no llegó José Ignacio. A falta de fútbol, su gol sólo podía llegar a balón parado, en una falta lanzada por Jesuli que remató Milosevic. El gol del Celta dio lugar a una nueva siesta, de la que apenas tardó diez minutos en emerger Miguel Ángel para finiquitar el partido.
El asedio final a la portería de Cavallero pudo llevar a Lotina a reflexionar sobre la fragilidad de su equipo, pero el entrenador del Celta prefirió cargar sobre los recogepelotas. "Cuando anotamos, entregaban el balón muy rápido, y después desaparecieron; es lamentable", dijo al final del partido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.