La Senda Real se abre paso
Grupos ecologistas reivindican con una marcha de dos días un camino que enlaza la ciudad con la sierra de Guadarrama
A comienzos del siglo pasado, un caminante con fuerza y ganas podía plantarse de un arreón en la sierra si salía desde la capital. Intentar emularle suena hoy día poco menos que a hazaña. Si el paseante consigue esquivar el sinfín de obstáculos -encabezados por la M-30- que han aparecido a lo largo de cien años, se debe en gran medida al esfuerzo de unos cuantos amantes de la naturaleza que impulsaron en 1999 la construcción de la Senda Real.
El camino -un recorrido de 47,5 kilómetros- enlaza el Palacio Real con Manzanares el Real, lo que no deja ninguna duda sobre el nombre que habría de recibir la senda. El trayecto arranca en la glorieta de San Vicente y discurre más o menos por la ruta que seguían en el siglo XV los ocupantes del Palacio Real para ir a cazar.
Los excursionistas pidieron a Loyola de Palacio "respeto al medio ambiente"
El recorrido de 47,5 kilómetros enlaza el Palacio Real con Manzanares del Real
Sin embargo, el nacimiento de la Senda Real no llegó sin problemas. Una reivindicación de las asociaciones matrices del proyecto -la Coordinadora Salvemos la Dehesa de la Villa, Ecologistas en Acción y la Plataforma Salvemos la Casa de Campo- es la adecuación peatonal del tramo entre Puerta de Hierro y El Pardo. Con ese motivo, este fin de semana celebran la V Marcha por la Senda Real, que cuenta un año más con la colaboración de más de 200 madrileños amantes de la naturaleza.
La marcha salió ayer desde tres puntos distintos con la satisfacción de las novedades recibidas este mismo viernes: el Ministerio de Fomento anunció que la próxima semana comenzarán las obras de acondicionamiento para la peatonalización del tramo Puerta de Hierro-El Pardo. Estas obras, según informó Fomento, están incluidas en el proyecto "Nuevo vial peatonal y ordenación medioambiental. Remodelación y mejora del enlace de Puerta de Hierro. Carretera A-6 de Madrid a La Coruña, P.K. 6,00. Tramo Puerta de Hierro".
Los alrededor de 70 senderistas que secundaron ayer -se espera que hoy sean cerca del doble- la marcha coincidieron, en una parada en el camino, con la comisaria europea de Transportes, Loyola de Palacio, a la que pidieron que las grandes infraestructuras de transporte respeten la traza de esta senda.
El portavoz de Ecologistas en Acción, Juan García, narró el encuentro: "Hemos hecho un alto en el camino en un bar de El Goloso y allí hemos coincidido casualmente con Loyola de Palacio, a la que hemos expuesto el propósito de nuestra marcha y la necesidad de que las infraestructuras respeten estos caminos que forman parte de nuestra cultura y medio ambiente".
Debido al ambiente festivo y a la buena noticia con que se inició la caminata, García admitió que no estuvieron "muy reivindicativos". "Nos ha atendido muy correcta y le hemos expuesto la necesidad de que las grandes obras del mal llamado progreso como las del AVE no impidan a los ciudadanos disfrutar de caminos tan interesantes como éste".
La marcha consta de dos etapas. La de ayer finalizó en Tres Cantos, mientras que hoy se completará la excursión hasta Manzanares el Real. El concejal de Moncloa, Manuel Troitiño, y el director de Promoción y Disciplina Ambiental de la Comunidad de Madrid, Antonio Lucio, asistieron a la marcha.
En la génesis de la Senda Real está el intento de unir la Dehesa de la Villa con El Pardo. Poco a poco se comprobó que la idea no era descabellada y que podía llevarse aún más lejos: con buena voluntad y mucho esfuerzo, nació la posibilidad de abrir una alternativa peatonal que permitiese llegar hasta la sierra de Guadarrama, pasando por algunos de los mejores espacios naturales de la Comunidad de Madrid, el Monte de El Pardo y el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Para ello se utilizaron vías pecuarias y caminos históricos casi olvidados.
En el fondo, el proyecto suponía recuperar una vieja aspiración de los habitantes de Madrid. A comienzos del siglo XV, Enrique III de Castilla ordena construir un pabellón de caza en el bosque de encinas que puebla el monte de El Pardo, cazadero real desde tiempos de Alfonso X el Sabio, y situado no demasiado lejos del Alcázar que se levanta sobre el cerro de la Almudaina en Madrid.
El rey Trastamara buscaba con ello disponer de la comodidad que no podía encontrar entre las paredes del Alcázar, una simple edificación militar desprovista de cualquier lujo, y que hasta ese momento era la única residencia a disposición de los reyes cuando se desplazaban a Madrid.
La página web de Ecologistas en Acción (www.ecologistasenaccion.org) arroja algo de luz sobre cuál podía ser el trazado utilizado antaño por los nobles madrileños: "Los primeros pasos llevarían hacia la Puerta de la Vega, que daba acceso directo al valle del Manzanares, o tal vez a otra puerta más al norte, cerca de la actual Cuesta de San Vicente. Por cualquiera de ellas el camino descendería rápidamente hacia el río; después, bordeándolo siempre por la margen izquierda, se llegaría hasta el corazón del encinar real, refugio de osos, zorros, jabalíes y demás fieras que atemorizaban a las gentes de la época".
En octubre de 1999, la insistencia de los miembros de Ecologistas en Acción, Salvemos la Dehesa de la Villa y Salvemos la Casa de Campo dio su fruto. La inauguración contó además con el aval de la Federación Española de Montañismo que homologó la Senda Real como sendero de gran recorrido (GR-124).
En Madrid cuenta con dos variantes que convergen sobre la ruta principal (una que sale de la Casa de Campo y otra que se inicia en la Dehesa de la Villa), que sirven para unir estas dos áreas naturales con el camino y, a través de él, con la sierra.
Según los ecologistas, "es competencia del Ayuntamiento de Madrid" limpiar y acondicionar el tramo urbano del camino, en especial el que discurre entre el Puente de los Franceses y Puerta de Hierro, "invadido por basura y escombros de Ciudad Universitaria" y cerrado en parte por las diferencias de gestión entre las distintas universidades, como explicaron a Efe.
Por otro lado, señalaron que "este año han aparecido nuevos problemas" a lo largo de la Senda Real, como la tala masiva de árboles en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, en un tramo que coincide con una vía pecuaria, o la ocupación de parte del camino por las obras de una urbanización en Colmenar Viejo.
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