Un par de "buenos amigos" que discuten "con cordialidad"
Los gestos inusuales de cortesía en las entrevistas que mantuvieron en las últimas 48 horas el presidente del Gobierno español y el canciller alemán fueron mucho más allá de los "querido José María" y "querido Gerhard" que se prodigaron sistemáticamente en público. "Muchas felicidades a tu madre", le dijo el presidente español cuando empezó a hablar ante el foro hispano-alemán. La madre de Schröder cumplió ayer 90 años y Aznar le llevó un regalo desde España.
El local que el canciller prestó para que se reuniera el foro fue otra muestra destacada de deferencia, ya que se trata del llamado salón OTAN de la cancillería federal. "Probablemente, será una ocasión única, porque me han dicho que esto no es un centro de conferencias sino un centro de Gobierno", comentó Schröder.
En realidad, los dos líderes pasaron a solas una hora, la noche del miércoles, sentados frente a la televisión mientras veían la retransmisión del partido Oporto-Real Madrid y con alguna botella abierta. Luego, cenaron con colaboradores durante otra hora y media larga, y ayer coincidieron durante una hora ante el foro hispano-alemán y luego protagonizaron una breve rueda de prensa.
Aznar correspondió a los agasajos con elogios. Alabó, por ejemplo, el programa de reformas conocido como Agenda 2010, que Schröder impulsa pese a las dificultades políticas, así como "la decisión alemana de respetar el Pacto de Estabilidad" en una coyuntura difícil.
Elogio al Gobierno alemán
El presidente español expresó un reconocimiento más amplio del compromiso europeo del país que más ha contribuido a financiar el desarrollo español a través de Bruselas: "Si de algún país España no tiene quejas ni reivindicaciones es precisamente de Alemania. El profundo interés de Alemania por el ingreso de España en la comunidad y en la construcción europea no admite dudas. La contribución alemana va mucho más allá de la puramente financiera", dijo, sobreponiéndose a las polémicas suscitadas recientemente entre los dos países por estas ayudas.
En el plano más personal, Aznar comentó a los periodistas: "No se lo van a creer, pero somos dos buenos amigos que a veces discuten, pero que son capaces de discutir en un ambiente de gran cordialidad. Como voy a dejar el Gobierno en los próximos meses, espero que no siga diciéndose que nuestras relaciones son difíciles", añadió. "En cualquier caso, no te vas porque nuestras relaciones son difíciles", terció Schröder en broma.
Por otra parte, el presidente del Gobierno inauguró la nueva sede de la embajada en Berlín, situada en un edificio, objeto de una permuta realizada por Hitler, que alojó la primera legación diplomática abierta por el régimen de Franco. Con la rehabilitación realizada en los últimos cuatro años, la sede dispone de 12.000 metros cuadrados y llevó a decir a Aznar ayer que "dan ganas de quedarse".
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