La venta a través de máquinas automáticas crece un 50% en Euskadi

Todo lo que pueda ser envasado, puede ser vendido a través de una máquina automática. Con esta premisa y con la ayuda de las nuevas tecnologías, el crecimiento de las ventas por medio de este tipo de máquinas se ha disparado por encima del 50% en Euskadi en los dos últimos años. Este fenómeno, también conocido como vending, es una "revolución" en los sistemas de distribución, según explica el director de Comercio, José Luis Montalbán.

En su último balance de la situación del comercio en Euskadi en el año 2002, el Gobierno ya apreció el auge del vending dentro del sector de distribución y las nuevas formas que ha elegido para hacerse presente: de las tradicionales máquinas en bares o instituciones se está pasando a locales de entre 20 y 30 metros cuadrados, normalmente en esquinas o zonas muy transitadas, donde se concentran varios aparatos. "Se están creando establecimientos específicamente de venta automática. La principal ventaja que aportan es que hay un punto de venta allí donde se localizan las necesidades de los consumidores. Y además, funciona durante 24 horas al día y 365 días a la semana", recalca Montalbán.

Según los datos recabados por el Departamento de Comercio, en Euskadi hay 10 empresas que se dedican a la producción de este tipo de máquinas, unos 130 operadores o distribuidores, el sector da empleo a 400 personas y su volumen de negocio ronda los 24 millones de euros anuales. Los productos que normalmente comercializan son café (el 20% de los cafés que se preparan en el País Vasco es a través de estas máquinas), agua, bebidas, refrescos, comidas calientes y tabaco. El número de máquinas por cada 1.000 habitantes muestra el potencial de crecimiento del sector en la comunidad autónoma: frente a las 40 de Japón, Euskadi cuenta con 6, una media similar a la del resto de España. En Italia, ese número se eleva a 13, mientras que en Portugal se reduce a 3.

Detectar la edad

Montalbán avisa que la incorporación de las nuevas tecnologías va a provocar un desarrollo aún más rápido del sector. "Se puede pagar ya a través del móvil, de las tarjetas de plástico. Incluso las máquinas de tabaco serán capaces de detectar la edad del usuario para no vender el producto a menores de 18 años. Es un sector en constante renovación". Y algunos ejemplos de esa evolución son la instalación de una máquina que vende velas en una iglesia en Elgoibar o la colocación de expendedores con cebo en los puertos para que los utilicen los pescadores.

Carlos Abad, responsable de Urkotronik, el distribuidor oficial para Euskadi de Azkoyen, la firma navarra decana del sistema automático de expedición de todo tipo de productos, recalca que lo más importante es ofrecer un servicio de calidad. "Se trata de un nicho de mercado emergente y con muchas posibilidades, pero se trata de hacer las cosas con profesionalidad y respondiendo a las necesidades de los consumidores". El auge de este mercado llevó a Urkotronik a organizar el pasado mes de junio el segundo encuentro de profesionales de la venta automática de Euskadi.

Los indicadores reflejan que el desarrollo del sector tal vez requiera el establecimiento de una nueva regulación. El director de Comercio del Gobierno vasco reconoce que en la medida que el proceso de comercialización vaya produciendo "ruido" se tratará de aplicar la legislación adecuada para corregir deficiencias.