El mayor plan de opciones de Telefónica vence sin ganancias
El Plan TOP para directivos fue creado hace cuatro años por Villalonga
El Plan TOP, el mayor plan de opciones sobre acciones (stock option) para directivos de Telefónica, venció la pasada semana sin que ninguno de sus 324 beneficiarios haya ganado ni un euro con el mismo debido a la caída de la cotización. Este plan (y otro denominado RISE), creado hace cuatro años por el entonces presidente, Juan Villalonga, motivaron una alarma social sobre los sobresueldos de los directivos que obligó a cambiar la ley.
Cuando hoy acudan a sus despachos los 324 máximos directivos de Telefónica se van a llevar una desagradable sorpresa. Los 13 millones de opciones de compra sobre acciones que le fueron asignadas hace cuatro años en pleno boom bursátil de los valores tecnológicos y, por ende, de Telefónica son papel mojado.
El recorte de las cotizaciones ha hecho que ninguno de los beneficiarios del Plan TOP pueda ejecutar sus opciones porque su precio -entre un mínimo de 13,94 euros y un máximo de 20,91- es muy superior a la cotización actual de los títulos, que cerraron a 10,32 euros la pasada semana, y casi la tercera parte del que marcaron en su máximo histórico en febrero de 2000, en las que superaron los 30 euros. Para el precio de ejecución de las opciones se toma la cotización media entre el pasado 26 de septiembre y el próximo 2 de octubre, por lo que las opciones no tienen ninguna plusvalía.
El denominado plan TOP no fue el primero pero sí es el más importante plan de stock options creado para directivos de Telefónica. El descubrimiento por los medios de comunicación de la existencia del mismo abrió un debate social y político sobre los sobresueldos de los altos ejecutivos de las empresas que obligó al Gobierno a modificar la ley para que dichos planes se hicieran públicos y a subir la fiscalidad de estos productos. Hasta ese momento los planes eran completamente opacos al control de los accionistas.
El plan TOP fue una iniciativa del anterior presidente de Telefónica, Juan Villalonga, y su lanzamiento tuvo lugar el 28 de junio de 1999. En principio, se dirigía a los máximos 500 directivos de la compañía y el reparto se hizo atendiendo a su jerarquía: a mayor cargo, mayor número de opciones. Cuatro años después, el número de beneficiarios del Plan TOP asciende a 324 personas, según la última documentación remitida por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El plan contempla dos tipos de opciones: tipo A, a un precio referenciado originalmente (después de ajustado por los desdoblamientos de acciones y las sucesivas ampliaciones) de 13,94 euros; y de tipo B, a 20,91 euros. A los directivos que se han incorporado después a la compañía se les ajustó ese precio al alza.
Entre los beneficiarios se encuentran cuatro consejeros ejecutivos: el presidente de la compañía, César Alierta, que posee 350.000 opciones; el consejero delegado, Fernando Abril-Martorell, que dimitió la pasada semana de su cargo (250.000 opciones); el director general de estrategia y Planificación, Luis Lada (155.940), y el secretario del consejo, Antonio Alonso Ureba (155.940 opciones). También son beneficiarios 13 directores generales y asimilados.
Coste para Telefónica
Pero el problema para los directivos no sólo es es que no hayan logrado las plusvalías prometidas sino que incluso han perdido dinero porque por el diseño del plan se les obligó a comprar acciones para tener derecho a las opciones. Como el valor entonces estaba casi en máximos, y dada la caída de la cotización, han registrado notables minusvalías en su cartera.
Telefónica formalizó en su momento unos contratos de cobertura con BBVA y Merryll Lynch, para garantizar el pago de las plusvalías en caso de que las hubiera. El grupo no ha hecho público el coste total que de esos contratos de aseguramiento, y sólo se sabe que el coste máximo es de 72,12 millones de euros y que, en este momento, el importe pendiente de imputar a resultados asciende a 13,70 millones de euros.
El plan TOP se puso en marcha a rebufo del éxito que había tenido su predecesor, el Plan RISE, puesto en marcha en 1997 y vencido en febrero de 2000. Por el mismo, los 100 primeros ejecutivos lograron plusvalías de 480 millones de euros. Sólo Villalonga cobró 17,6 millones de euros.
El revuelo causado por el descubrimiento de estos planes de Telefónica levantó una gran polémica que obligó al Gobierno a modificar varias leyes y marcó el inicio del declive de Villalonga, al perder la confianza de su amigo y mentor, el presidente del Gobierno, José María Aznar.
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