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Reportaje:OFERTAS DE EMPLEO

Desajustes en la formación profesional

Sobran estudiantes de Administración y Comunicación y faltan electrónicos, mecánicos y profesionales de hostelería

Amaya Iríbar

El Gobierno acaba de invertir 5,2 millones de euros en promocionar la Formación Profesional. El lema de la campaña Trabaja en lo que te gusta está algo alejado de la realidad. Aunque la media de inserción de estos estudios, cada vez más populares, es del 63%, ésta varía mucho en función de la titulación y muchos estudiantes no pueden ni siquiera elegir qué profesión desean aprender.

Más de la mitad de los titulados en cerámica, servicios culturales, química y sanidad, están en paro, según las Cámaras

La Formación Profesional (FP) ha sido por tradición el patito feo de la educación en España. Cuando a un estudiante se le atragantaba la enseñanza básica (ahora primaria) se le recomendaba cambiar el instituto (secundaria) por el centro de FP. De ahí que las familias se resistieran a que sus hijos optaran por esta opción, mucho más práctica y cercana al mercado laboral, y prefirieran que éstos siguieran estudios universitarios.

Esta realidad está cambiando desde hace unos años. En el curso 2002-2003 se matricularon en FP más de 458.000 estudiantes, según los datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Esto supone que el 42,2% de los jóvenes optaron por estos estudios, frente al 57,6% que lo hizo por el bachillerato. Hace 10 años el peso de la FP se quedaba en el 36,1%.

El avance de estos estudios se explica porque éstos no sólo no están ya tan mal vistos sino también porque sus titulados consiguen colocarse muchas veces con mayor facilidad que los universitarios. El 63% de los estudiantes de FP consigue un contrato de trabajo relacionado con sus estudios en los seis meses siguientes a obtener el título, aseguran en el Ministerio de Educación. Un estudio del Consejo Superior de Cámaras de Comercio rebaja el número de ocupados al 55%, si bien constata que sólo el 24% de los titulados de grado medio y el 25% de los de grado superior están en paro y en búsqueda de su primer empleo.

Familias muy ocupadas

Esas medias, sin embargo, son el resultado de variaciones importantes. Las que se dan entre las 142 titulaciones actuales -seis de ellas, como atención sociosanitaria o joyería, aprobadas este mismo año-, tanto de grado medio como de grado superior. Estas enseñanzas se agrupan en 22 familias diferentes, algunas de ellas ligadas a un sector de actividad -sanidad, energía y agua, textil y hostelería- y otras de carácter transversal a cualquier empresa -administración, informática o comercio y marketing-.

Algunas de estas familias rozan el pleno empleo, según un estudio reciente de las cámaras. Es el caso de las titulaciones de mantenimiento de vehículos y mantenimiento y servicios a la producción, ambas con porcentajes de inserción laboral que superan el 70% (70,3% y 70,2%, precisa la secretaria general de Educación y Formación Profesional, Isabel Couso). Por el contrario, más de la mitad de los titulados en vidrio y cerámica, servicios socio-culturales, química y sanidad están en paro, según un análisis del Consejo Superior de Cámaras de Comercio.

Lo que parece claro es que sobran estudiantes de Administración, precisamente los estudios más comunes. "Nadie quiere trabajar en un andamio", subraya Valeriano Muñoz, responsable de Formación del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, para explicar por qué hay tanto aspirante a futuro oficinista.

Sólo en Madrid, este curso se ofrecen más de 6.800 plazas de las distintas titulaciones de esta familia. En esta comunidad sus porcentajes de inserción laboral oscilan entre el 61,11% y el 83,2%, según los datos de la Consejería de Educación sobre alumnos que acabaron sus estudios en 2001. A pesar de ellos, y en el ámbito nacional, las cámaras de comercio consideran que existe un desajuste entre la oferta de estudiantes de esta rama y la demanda que de ellos hace el mercado.

La oferta de titulados tampoco se ajusta a las necesidades de las empresas en el caso de los estudios de Comunicación, Imagen y Sonido y Actividades Físicas y Deportivas. "Ambas se han puesto de moda en los últimos años", asegura Muñoz. Por contra, el sistema produce insuficientes mecánicos, especialistas en electrónica, profesionales de hostelería y turismo o de comercio y marketing.

El objetivo es "ajustar al máximo las demandas de los alumnos con las titulaciones de mejor inserción laboral", asegura la secretaria general de Educación y Formación Profesional, Isabel Couso. Esa decisión corresponde a las comunidades autónomas que tienen transferidas las competencias educativas.

Siempre hay desfases. En primer lugar porque el mercado es más rápido que la Administración. Un ejemplo de ello es el sector informático, que vivió un boom hace un par de años y hoy está a la baja. Además, "muchos títulos de FP compiten con títulos universitarios y eso afecta a la colocación porque las empresas todavía prefieren a los universitarios, que son más polivalentes", explica Muñoz.

Los alumnos de FP no siempre se guían por el mercado laboral a la hora de elegir sus estudios. Según los cálculos de la Federación de Enseñanza del sindicato CC OO en Madrid, más de 4.000 estudiantes no obtuvieron el año pasado plaza en la especialidad que eligieron en primera opción. Realización de Audiovisuales y Espectáculos, Administración de Sistemas Informáticos e Imagen fueron las que mayor número de solicitudes sin cubrir registraron.

Según datos oficiales aportados por CC OO, el índice salarial de los estudiantes de FP se situa entre un 80 y un 89 frente al 155,3 de los licenciados. Además sufren de forma similar a los universitarios dos problemas: la sobrecualificación y la satisfacción con el trabajo. A pesar de ello, el patito feo que era la FP se acerca cada vez más al cisne. Eso sí, aún lejos de la Unión Europea. Allí los estudiantes de FP suponen el 60% del total.

Alumnos de un centro de Majadahonda (Madrid) en una imagen de archivo.
Alumnos de un centro de Majadahonda (Madrid) en una imagen de archivo.SANTI BURGOS

Prácticas obligatorias

Los alumnos de Formación Profesional están obligados a trabajar en una empresa para obtener la titulación desde 1993. Este periodo de prácticas varía entre 350 horas y 700 horas, según la titulación. En el curso 2001-2002, últimos datos que da el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 185.836 alumnos recibieron esta formación, un 31,9% más que el curso anterior, en 83.700 empresas colaboradoras.

El Consejo Superior de Cámaras de Comercio, que gestiona el 60% de esas prácticas, subraya que estos módulos son cada vez más fundamentales para la inserción laboral de los alumnos pues más del 25% de los alumnos se queda luego contratado en la misma empresa. "La empresa suele utilizar las prácticas como proceso de selección", subraya Valeriano Muñoz, responsable de Formación de las Cámaras. Para este especialista, la inserción laboral es casi siempre lenta: "los alumnos pasan tres años en situación precaria".

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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