_
_
_
_
Reportaje:

Larga y dolorosa reestructuración

El grupo Alstom se ha salvado de la quiebra y ahora busca su futuro en el ámbito europeo

Tras la aprobación de Bruselas al plan de salvamento financiero, Alstom ha evitado la quiebra gracias a la aportación de 800 millones de euros del Estado y el compromiso de 32 bancos para hacerse cargo de otros 2.400 millones. El fabricante de trenes, barcos y turbinas se enfrenta ahora a una reestructuración larga y difícil, vigilada de cerca por su principal competidor, el alemán Siemens, listo para aprovechar las debilidades del rival.

No pocos analistas consideran que Alstom está condenada a entrar en una alianza industrial europea, cualesquiera que sean los costes

Tras la aprobación de Bruselas del plan de salvamento financiero de Alstom, este grupo industrial de 118.000 empleados ha evitado la quiebra gracias a la aportación de 800 millones de euros del Estado francés, en forma de suscripción de deuda, y de una línea de crédito de 1.200 millones concedida por una caja de ahorro de propiedad pública, que han facilitado el compromiso de 32 bancos para hacerse cargo de otros 2.400 millones. El fabricante de trenes, barcos y turbinas industriales se enfrenta ahora a una reestructuración larga y difícil, vigilada de cerca por su principal competidor, el alemán Siemens, listo para aprovechar las debilidades del rival.

Francia había manejado la crisis de esta multinacional como un asunto interno, ignorando la existencia de reglas comunitarias sobre las ayudas de Estado, lo cual le ha llevado a un enfrentamiento grave con la Comisión Europea. Asustados por las consecuencias de la prueba de fuerza, Bruselas y París no se han atrevido a ir hasta el final. El pacto conseguido in extremis cambia un reconocimiento político de París a la autoridad de Bruselas, por una ayuda financiera francesa a Alstom más amplia de lo inicialmente previsto.

Este episodio alimenta el euroescepticismo de la sociedad francesa. En un momento de la crisis, el Ministerio de Economía manejó la hipótesis de lanzar una OPA por el 50% del capital de Alstom: todo antes que permitir la quiebra, un hecho que habría acarreado graves consecuencias electorales. El presidente del Crédit Lyonnais, Jean Peyrelevade, ha denunciado la "estúpida liturgia" de la Comisión Europea que, "ignorante de la vida real, impone sus artificios y hace correr el riesgo de daños irreversibles", escribe en L'Express. El propio ministro de Economía francés, Francis Mer, sonríe cuando le preguntan por las críticas del comisario Pedro Solbes a un Presupuesto francés que violará el Pacto de Estabilidad por tercer año consecutivo.

Pasado y futuro

Pasado el susto, lo que viene ahora es una larga y dolorosa reestructuración de Alstom. La airosa imagen del Queen Mary II, el transatlántico más grande del mundo, que aparejó el jueves pasado para realizar su primer viaje de pruebas, corresponde más al pasado que al futuro. La filial naval de Alstom está a punto de entregar el mayor barco de placer del mundo, pero este pedido es el último importante. A partir de ahí sólo hay un ferry y un buque de transporte de gas en la cartera de los Astilleros del Atlántico, que cuentan con 4.300 empleados y centenares de empresas subcontratistas. ¿Intentar una alianza con otros astilleros europeos, como el español Izar? Las especulaciones vuelan.

Para el orgullo nacional es aún más decisivo el tren de alta velocidad (TGV, en siglas francesas), su gran vitrina tecnológica. La construcción de trenes de Alstom en Europa se encuentra lastrada por la competencia de Siemens y de Talgo. La participación de Alstom en grandes contratos ferroviarios va a buen ritmo en algunos países de Asia, pero esto exige la deslocalización de parte de las actividades de la empresa.

Y, a pesar de todo, los trenes y los barcos no suponen ni la mitad de la cifra de negocio del grupo. El 55% (10.901 millones de euros en el ejercicio cerrado en marzo de 2003) procede del sector de energía, que fabrica centrales, turbinas y alternadores en 50 lugares repartidos por el mundo y ocupa a 46.500 empleados. Otro 15% de la cifra de negocio (3.600 millones) proviene del sector de transmisión y distribución, una actividad rentable que será vendida al grupo nuclear francés Areva.

Alianza industrial

En estas condiciones, no son pocos los analistas que creen a Alstom condenada a entrar en una alianza industrial europea, cualesquiera que sean los costes. La opción ha sido planteada por el presidente de Siemens, Heinrich von Pierer: "En tanto que europeos, necesitamos una base industrial fuerte", ha dicho al Frankfurter Allgemeine Zeitung, con el ejemplo de Airbus en los labios.

Su colega de Alstom, Patrick Kronk, camina con pies de plomo y pide dos meses para decidir sobre la dolorosa reestructuración que tiene por delante, anticipando que será preciso suprimir 7.000 puestos de trabajo. El eje franco-alemán tiene trabajo, pero otros países europeos, España entre ellos, no pueden descuidarse ante el diseño de proyecto industrial que sobrevuela por encima de la sima en que Francia no ha permitido que Alstom se despeñe.

Patrick Kronk, presidente de Alstom.
Patrick Kronk, presidente de Alstom.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_