Rajoy: "Soy mejor que Zapatero porque a él le faltan convicciones"

"Soy mejor, modestia aparte, que el líder de la oposición", presumió ayer Mariano Rajoy, candidato del PP a la presidencia del Gobierno, ante la entregada militancia que le aclamaba con gritos de "¡presidente, presidente!" en la romería anual del Monte do Gozo, en Santiago. Es "mejor", según él, porque al PSOE y, singularmente a José Luis Rodríguez Zapatero, o le "faltan convicciones o le falta autoridad o, lo que es peor, le faltan convicciones y también autoridad". En resumen, según Rajoy, "la oposición no da pie con bola" y él, a cambio, "no va a fallar" y va a ser "el próximo presidente".

El ambiente era favorable. Una militancia entusiasta llenó, más que en años anteriores, la romería del Monte do Gozo que inventó hace años el que fuera delfín de Manuel Fraga, José Cuiña, quien ayer se sentó de nuevo en primera fila. Los organizadores dijeron que eran 20.000. Había, en todo caso, más gente que en los últimos años pese a que amenazaba lluvia. Se desató una ventolera y cayeron algunos goterones sobre las dos de la tarde, mientras hablaba Rajoy.

El candidato dejó las chanzas y las ironías desplegadas en Madrid el domingo anterior para referirse al PSOE y optó por la descalificación cruda y directa. Eso sí, vistió sus embestidas de diagnóstico.

Por ejemplo, cuando la lluvia parecía inevitable, dijo de corrido: "La oposición no da pie con bola. Llevan un año instalados en la denuncia. Como no ganan un debate, se han pasado medio año en la calle. No aportan una idea y cuando lo hacen es distinta a la de ayer y a la de mañana, con lo cual nadie sabe a qué carta quedarse porque además siempre dicen una cosa distinta de la que hacen donde gobiernan. A veces no se sabe si su dirección está o no de acuerdo con lo que hace su partido".

Esa parrafada de Rajoy resume las principales críticas que el PP dirige siempre al PSOE: por su participación en las manifestaciones -contra la guerra, tras el Prestige, o a favor de la huelga-, por su cambio de propuestas -sobre todo en materia económica-, por la diversidad de sus planteamientos en distintas autonomías, y por su acercamiento a los nacionalistas, sobre todo en el País Vasco.

El último episodio de desacuerdo que más ha enfervorizado a los populares es el pacto alcanzado por todas las fuerzas políticas menos el PP en la Diputación de Álava para repartirse las presidencias de las comisiones. La Diputación de Álava está gobernada, en minoría, por el popular Ramón Rabanera gracias a que el PSE-PSOE le votó en la investidura.

"¿Está de acuerdo la dirección del PSOE con lo que ha pasado en Álava? ¿Están de acuerdo los electores socialistas con que el PSOE de Álava pacte con el PNV, con Eusko Alkartasuna y con [Javier] Madrazo? ¿No es mejor pactar con [Carlos] Iturgaiz? [presente ayer en el mitin de Santiago] ¿Van a hacer algo? ¿Qué sacan de eso? ¿Qué significa?", preguntó Rajoy.

Al método de preguntas y respuestas como sistema de comunicación están muy habituados los militantes del PP pues es el que prefiere José María Aznar.

Y Rajoy se respondió: "Creo que Zapatero le debe una explicación a tantos miles y miles de vascos, a tantos millones y millones de españoles que hicieron una apuesta en defensa de la vida, de la libertad, de la Constitución y de la democracia. La esperamos".

Antes de repasar el pacto en Álava contra el PP, Rajoy dedicó varios minutos a la crisis de Madrid. "El PSOE aún no nos ha explicado el espectáculo de sus divisiones internas", retó el candidato para preguntarse: "¿Por qué nadie asumió ninguna responsabilidad?, ¿por qué le echan a los demás la culpa de su incompetencia?, ¿por qué ahora colocan unos candidatos distintos a los de mayo?".

Se respondió con otra pregunta: "¿Eran malos entonces? ¿Lo son ahora? ¿O lo son ahora y entonces, como parece más verosímil?". Y cerró con un ácido reproche: "Sólo han hecho que presumir de pobres -sin comentarios- y utilizar -también sin comentarios- a su propia madre". Hace una semana, en el mitin que el PSOE dio en Vista Alegre, su candidato para Madrid, Rafael Simancas, contó que su madre está aprendiendo a leer. Para Rajoy, eso es "presumir de pobres -sin comentarios-".