Zapatero afirma que la política de Aznar aísla a España en Europa
El líder socialista acusa al PP de controlar la justicia "sin escrúpulos"
Mientras Gerhard Schröder, Jacques Chirac y Tony Blair asumían el sábado en Berlín el liderazgo de la Unión Europea, ¿dónde estaba José María Aznar? El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, dio ayer su respuesta a esta pregunta. Aznar estaba en Libia con Gaddafi "a pesar de que le hubiera gustado que le invitaran a ir a Berlín". El líder socialista sostuvo que la política de Aznar ha dejado aislada a España en Europa.
El líder socialista participó ayer en Gavà (Barcelona) en la Fiesta de la Rosa, que anualmente celebran los socialistas catalanes, donde prometió de nuevo dar todo su apoyo a Pasqual Maragall en la batalla de las elecciones catalanas, previstas para el 16 de noviembre. Zapatero provocó los aplausos de los millares de asistentes al arremeter contra el Gobierno del PP.
Explicó que hubiese sido bueno para España que Aznar hubiese estado en la reunión de Berlín, porque en ella se habló del futuro de Europa. No le invitaron a pesar de que Aznar presumía de haber sacado a España del rincón de la historia, dijo. "Pero esto no es verdad", añadió, "porque quienes nos sacaron del rincón de la historia fueron, primero, la democracia y la Constitución, y después, los gobiernos de Felipe González".
La visita de Aznar a Gaddafi, que hasta hace pocas semanas era considerado un terrorista por los gobiernos occidentales, permitió a Zapatero hurgar en las contradicciones de la derecha española. "¿Os imagináis que hubieran dicho de mí si me hubiera entrevistado con Gaddafi, con lo que decían de él?", preguntó.
Esto llevó a Zapatero a invitar a Aznar a que reflexione y rectifique sobre adónde quiere llevar a España y acerca del papel que debe tener en el mundo, uno de los aspectos en los que durante los últimos años más se han distanciado el PP y el PSOE. Aseguró que, por su parte, está muy claro que el papel de España debe ser la defensa de "la paz en un mundo sin violencia sobre los acuerdos de Naciones Unidas" y la construcción de una Europa "unida y fuerte".
Los simpatizantes socialistas, que en Cataluña están ya sumidos en un ambiente electoral, agradecieron que Zapatero mostrara sus diferencias con el PP. Como cuando explicó que el Gobierno de Aznar no cumple lo pactado en el acuerdo sobre la Justicia. Y que eso va a llevar a que el PSOE se "desvincule" de este pacto de Estado.
Aquel acuerdo era, recordó Zapatero, uno de los resultados de la política de "diálogo y tolerancia" ofrecida por el PSOE al Gobierno. Con él se había pactado que el Gobierno aumentaría inversiones, crearía nuevas plazas judiciales y transferiría a las comunidades autónomas medios materiales para la Administración de Justicia. "Pero el Gobierno lo ha utilizado para controlar la Justicia y proteger a sus ministros; como Piqué, que ahora va de candidato en Cataluña".
Este comportamiento se debe, según Zapatero, a que, en contra de lo que afirman los dirigentes del PP, "no es que la derecha actúe sin complejos," sino que "actúa sin escrúpulos para controlar tanto el poder económico como la Justicia y otros poderes".
A la Fiesta de la Rosa de los socialistas catalanes, una jornada campestre a la que este año asistieron 27.000 personas, acudió invitado también el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, para quien tanto Zapatero como Maragall tuvieron palabras de solidaridad.
La pinza PP-CiU
Zapatero recordó que la política de diálogo y tolerancia entre fuerzas democráticas la ha aplicado también en la lucha contra el terrorismo. En este punto explicó que es una obligación de todos los socialistas "dar una esperanza" a sus compañeros vascos.
Ya entrado directamente en la petición de voto para las elecciones catalanas, Zapatero destacó que el PP y los nacionalistas de CiU llevan ocho años votando las mismas políticas sociales y económicas. "En el 90% de las cosas tienen las mismas políticas", dijo, "y en una tienen el 100% de acuerdo: en que no gane Pasqual Maragall". Eso se ha traducido en un pinza del PP y CiU "en la que unos atacan a Pasqual y los otros a Maragall".
Patxi López explicó que la victoria de Maragall en Cataluña aterroriza a la derecha. "A mí me dicen que me estoy maragallizando, para deslegitimarme". Y añadió: "Alegradnos la vida. Haced de Maragall presidente para que después entre todos hagamos presidente a Rodríguez Zapatero".
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