_
_
_
_
LOS NUEVOS RETOS DE ALEMANIA

Stoiber prepara su revancha en las elecciones de Baviera

Los sondeos otorgan un 60% de los votos al líder de los conservadores alemanes

El primer ministro de Baviera, el socialcristiano de 61 años Edmund Stoiber (CSU), ha convertido las elecciones regionales de hoy en el Estado Libre, que preside desde hace 10 años, en una revancha del intento fallido hace un año de llegar a canciller federal y gobernar en toda Alemania. Los sondeos conceden a la Unión Socialcristiana (CSU), que gobierna en Baviera con mayoría absoluta desde hace más de 40 años, un porcentaje escandaloso en torno al 60%.

"Necesitamos enviar una señal a Berlín contra la chapucería y la incompetencia"
Más información
Un año después, Schröder en la lona
Stoiber arrasa en Baviera y debilita un poco más a Schröder

El único temor de los socialcristianos es que sus electores crean que la elección ya está ganada y muchos ni se molesten en acudir hoy a las urnas. Por su parte, Stoiber intenta rebajar las expectativas y asegura que se conforma "con el 50% más algo". Al mismo tiempo, las encuestas pronostican un desastre del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), con un porcentaje de votos alrededor del 20%.

El resultado de la elección de hoy, si se confirma la arrolladora victoria de Stoiber, le daría una posición de fuerza en la democracia cristina (CDU/CSU) e incluso le abriría la opción de intentar repetir el intento de ser designado candidato a la cancillería. Stoiber no lo excluye, asegura que no es un tema de debate y afirma tajante que la llamada cuestión

K, con K de canciller en alemán, se presenta para la CDU/CSU en 2005, un año antes de las próximas elecciones generales y no antes. Con un categórico "¡No!", rechaza Stoiber la posibilidad de presentarse como candidato democristiano a la máxima magistratura de Alemania, la presidencia federal que se elegirá el próximo 23 de mayo. Stoiber no está dispuesto a ocupar un cargo decorativo donde tendría que archivar su carné de partido.

En la sala donde se reúne el Gabinete, en el imponente edificio de la cancillería de Baviera en Múnich, Stoiber rebosa satisfacción al exponer ante los corresponsales extranjeros los logros de su década de gobiernos y de más de 40 años del CSU. No cabe duda de que el balance es apabullante. El Estado Libre de Baviera, con 12 millones de habitantes y algo más de 70.000 kilómetros cuadrados de superficie, pasó de ser un país rural y atrasado en la cola de Alemania a ocupar la primera posición por su situación económica y lugar donde se instalan las empresas de tecnología punta. Baviera ya ha dejado de ser el lugar folclórico de las postales y ahora se habla de "pantalones de cuero y ordenadores" como símbolo de identidad.

Stoiber, a punto de cumplir 62 años y con más de 20 en altos cargos del Ejecutivo de Baviera, es un forofo del Bayern Múnich con puesto en la directiva del club. Le encantan al primer ministro las metáforas futbolistas y habla de "sacar la tarjeta roja al Gobierno de Berlín" y "Baviera juega en la Liga de Campeones y los otros en segunda división". Con la frase "cuando el equipo gana todo no se cambia de entrenador", explica Stoiber por qué la CSU arrolla en todas las elecciones del Estado Libre. Tras exponer que Baviera cuenta con 1.500 años de historia y "nos sentimos ante todo bávaros y después alemanes, pero no separatistas", se regodea al enumerar los logros de su Gobierno: Baviera tiene una tasa de paro en torno al 7%, más de tres puntos por debajo de la media alemana; "la mayor cuota de empresarios individuales"; "no tenemos el déficit del Estado federal"; "tenemos 14 líneas de comunicación sobre el Atlántico y hay sólo una en Berlín"; "el primer puesto en educación de Alemania, con cuatro universidades entre las 10 mejores"; "la policía más eficiente"; "Baviera transfiere 4.400 millones de euros a los fondos de compensación" para los Estados federados más pobres.

La lista parece interminable, pero Stoiber se preocupa en declarar que lo del 60% de votos en la elección de hoy es una exageración: "Un intento de poner el listón muy alto para decir que fracasé, si no llego". Mañana lunes, cuando se conozca ya si Stoiber llegó al 60% de los votos, se cumple un año exacto de su fracaso en el intento de gobernar toda Alemania. Le faltaron a Stoiber y los democristianos (CDU/CSU) 6.000 votos, de un censo electoral de más de 61 millones, para ganar a los socialdemócratas. Gerhard Schröder (SPD) renovó su mandato en Berlín. Resulta evidente que el primer ministro de Baviera no ha digerido del todo aquella derrota mínima y ha convertido la elección de hoy en una acusación permanente contra el Gobierno de coalición SPD-Verdes: "Necesitamos una señal a Berlín contra la chapucería y la incompetencia" y Alemania se encuentra "en una situación precaria y miserable, en la cola del crecimiento, campeones en el endeudamiento. Si seguimos así nos van a poner bajo tutela en Bruselas, y Alemania no se merece esto".

Ni una sola vez mencionó Stoiber a su contrincante del SPD, Franz Maget, de 49 años, que lucha contra molinos en una elección con el viento en contra que sopla desde Berlín y que llega a Baviera. Maget, un político de origen obrero con aire de honesto padre de familia, ha reducido su objetivo electoral a impedir que la CSU consiga dos tercios de los diputados en el futuro Parlamento regional (Landtag) de Baviera. La propaganda electoral del SPD se centra en el eslogan "El poder necesita control". Al SPD, si se confirman los sondeos, le espera hoy una derrota apoteósica. Al otro partido de la coalición que gobierna en Alemania, Los Verdes, los sondeos les pronostican una mejora de anteriores resultados y podrían llegar al 8%.

Stoiber (derecha) y su esposa, Karin, brindan con el alcalde de Múnich, Christian Ude, ayer en la Feria de la Cerveza.
Stoiber (derecha) y su esposa, Karin, brindan con el alcalde de Múnich, Christian Ude, ayer en la Feria de la Cerveza.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_