La marcha independentista de Bilbao se convierte en un homenaje al etarra muerto

La marcha que recorrió ayer las calles de Bilbao convocada por la izquierda abertzale y apoyada por Batasuna en favor de la autodeterminación y contra el "apartheid vasco" se convirtió desde su inicio en un homenaje a Arkaitz Otazua, el presunto miembro de ETA muerto tras la emboscada el pasado domingo contra la Ertzaintza en el puerto de Herrera en la que resultaron gravemente heridos dos ertzainas.

Una pancarta de grandes dimensiones, en la que se veía una foto de Otazua y en la que se leía la leyenda: Agur eta ohore gudari gazte ("Adiós y honor, joven soldado") colgaba del puente de Sabino Arana, justo encima del lugar elegido por los convocantes para iniciar la marcha, que fue secundada por varios miles de personas (unas 8.000), cifra sensiblemente inferior a otras convocatorias de la izquierda abertzale en Bilbao.

Una enorme ikurriña abría la marcha. Tras ella se situaron dirigentes de Batasuna como Arnaldo Otegi, Joseba Permach, Pernando Barrena; el secretario general del sindicato LAB, Rafa Díez, y ex dirigentes de HB y de la izquierda independentista como Tasio Erkizia, Txomin Ziluaga o José María Olarra.

Los gritos en recuerdo del joven terrorista fallecido, un pequeño homenaje floral que se le tributó durante el recorrido y las palabras de recuerdo que le tributó Otegi, convirtieron la marcha en el recuerdo que los independentistas no habían logrado dedicar durante toda la semana a Otazua debido a que la Ertzaintza ha disuelto todas las concentraciones no comunicadas.

La de ayer no había sido prohibida, aunque la consejería de Interior desplegó un considerable dispositivo (ocho furgonetas de la Brigada Móvil y un helicóptero) ante la posibilidad de que se produjesen incidentes. La marcha, por contra, transcurrió sin ningún tipo de altercado, aunque se escucharon gritos en favor de la banda terrorista y se llamó "asesino" al PNV.

Otegi abrió su alocución a los congregados frente al Ayuntamiento de Bilbao

con un "viva" a los gudaris (soldados) vascos en referencia a los miembros de ETA. Sostuvo que a una persona como Otazua, "abogado, con cinco idiomas y que arriesga su carrera profesional por luchar" con las armas porque "cree que es el camino más adecuado para liberar este país se le debe un respeto". Tenía "toda una vida por delante y una carrera profesional con mucho futuro", agregó en referencia al fallecido. En ese contexto, preguntó al lehendakari Ibarretxe y al portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, si pueden "presentar a un solo militante del PNV que esté dispuesto a hacer eso por este país".