¿Dónde están los gaiteros escoceses?

¿Pueden desaparecer por arte de magia 375 gaiteros escoceses? En vista de lo que sucedió ayer en Barcelona, sí. Eran las seis de la tarde y miles de barceloneses se concentraban en La Rambla para contemplar el anunciado desfile de 400 gaiteros procedentes de Escocia. El acto formaba parte de las actividades promocionales que esta semana ha organizado el consorcio escocés de turismo (Visit Scotland) en la ciudad y había sido incluido en el programa de la Mercè.

Pero sólo aparecieron 25 gaiteros, divididos en dos bandas: la de la policía de fronteras escocesa -con sus 16 integrantes perfectamente acicalados y conjuntados- y otra formada por nueve músicos que lucían faldas con distintos cuadros y colores.

En unos instantes, la enorme expectación que había despertado el acto se tradujo en pasmo y luego en decepción. Pero si el público no se explicaba qué estaba sucediendo, los organizadores, menos. La cara de los representantes de la consejería escocesa de Turismo era un poema. Como la del primer ministro adjunto del Gobierno escocés, Jim Wallace, y la del Ministro de Turismo, Frank McAveety. "¿Dónde están?", se preguntaba todo el mundo.

"Sólo dos bandas han podido llegar al punto de encuentro de La Rambla por razones que desconocemos, ya que la consejería escocesa no ha podido localizar a los responsables de las 16 bandas confirmadas". Ésta es la explicación que Visit Scotland proporcionó horas más tarde a través de un comunicado. En la calle, los barceloneses apostaban por otras razones. "Deben de estar por ahí de bares" y "éstos se han ido a ver el Barça" eran algunas de las que se pudieron oír entre el público. En el mismo comunicado, el consorcio turístico exime de toda responsabilidad al Ayuntamiento de Barcelona y agradece la inclusión de sus actividades en el programa de la fiesta mayor.Lo cierto es que, pese a la estrepitosa desbandada, los 25 gaiteros que desfilaron fueron aclamados efusivamente por la multitud congregada en La Rambla. Y es que los barceloneses demostraron ayer, una vez más, que tienen ganas de fiesta.

En el primer y soleado día de esta edición de la Mercè, los ciudadanos llenaron las calles y acudieron masivamente a las decenas de actos organizados. Este año el Ayuntamiento de Barcelona ha querido dedicar la fiesta mayor a la paz, la sostenibilidad y la diversidad cultural, los tres ejes sobre los que versará el Fòrum, un evento que se clausurará justo dentro de un año.

Estos días, los barceloneses pueden echar un vistazo a las obras desde un mirador al que se accede con un servicio especial de autobuses que sale de la estación de metro de Maresme-Fòrum. Desde ese punto se aprecia cómo avanzan los trabajos de construcción de los escenarios del Fòrum, como la gran plaza, el centro de convenciones y el puerto deportivo de Sant Adrià.

Durante el día, uno de los escenarios más concurridos fue el llamado Passeig de les persones, que el año pasado ocupaba el paseo de Gràcia y en esta edición se ha trasladado al Port Vell. Dividido en distintos espacios, dedicados a la juventud, la paz, la sostenibilidad, las personas mayores y la interculturalidad, el Moll de la Fusta y el de la Barceloneta ofrecen hasta el miércoles actividades organizadas por un centenar de entidades que pretenden sensibilizar sobre estos aspectos a través de juegos, talleres, exposiciones, charlas y debates.

Así, con una exposición de paneles solares que se convierten en cocinas se explicaban las ventajas de utilizar energías alternativas a las habituales, y un circuito que se recorría en sillas de rueda permitía a los más pequeños ponerse en la piel de los discapacitados y reflexionar sobre la dificultad que suponen las barreras arquitectónicas. La ONG Payasos sin Fronteras, por su parte, continuaba en su empeño de recoger sonrisas para lograr su objetivo de que la Unesco declare la risa Patrimonio de la Humanidad. El Passeig de les persones tiene, además, cuatro escenarios en los que la música no para.

Los alrededores de la plaza de Catalunya acogen, un año más, la muestra de asociaciones de la ciudad, con unos 200 puestos entre los que no faltan los de las asociaciones que promueven el uso de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad, que ofrecen cursillos de nociones básicas de mecánica y alquiler de bicis. Tampoco faltan los escenarios, por los que a lo largo del día pasan las asociaciones de cultura popular. En la misma plaza se ha instalado la exposción Balcones por la paz, que pretende recordar las movilizaciones contra la guerra en Irak que entre el 11 de septiembre de 2002 y el 2 de junio de 2003 convirtieron la ciudad en capital mundial de la paz. Hoy la plaza vivirá un homenaje a Chile con motivo del 30º aniversario del golpe de Estado que puso fin al Gobierno de Salvador Allende.

De día, los más pequeños de la ciudad pudieron disfrutar también de los talleres de arte que el Macba monta en la Rambla del Raval, así como del Barcelona arts al carrer, que congrega a payasos y títeres de todo el mundo en la plaza del Rei.

Con la noche llegaron la pólvora y la percusión con la celebración del correfoc, en el que participaron miles de personas y unas 40 colles de diables.

Y si el año pasado durante la Mercè se inauguró el parque de Diagonal Mar, este año le tocó el turno al flamante parque central de Nou Barris, el segundo más extenso de Barcelona, por detrás del de la Ciutadella. El recinto se inauguró con una fiesta en la que actuó el grupo francés Compagnie Airvag. Las obras de construcción de este nuevo recinto empezaron en 1997 y han finalizado este mes de septiembre. El parque, de 16 hectáreas, poblado por 1.500 árboles de unas 30 especies, se extiende desde la calle de Lorena hasta la plaza de Karl Marx, junto a la sierra de Collserola.