Chaves ofrece al ser elegido por quinta vez candidato "un nuevo cambio" para Andalucía
El líder socialista pide al PSOE una campaña "desde la moderación y el respeto al adversario"
"Con los mismos nervios y emoción" que hace 13 años, Manuel Chaves asumió ayer por quinta vez consecutiva el reto de encabezar la candidatura del PSOE a la presidencia de la Junta de Andalucía en las próximas elecciones autonómicas, cargo en el que fue elegido, por aclamación, por el Comité Director de los socialistas andaluces. En su primer discurso electoral, en el que apenas hubo alusiones a sus rivales políticos, Chaves propuso "una nueva transformación, un nuevo cambio para Andalucía", similar al que han supuesto los 21 años de mandatos socialistas.
A diferencia de otras intervenciones suyas, la de ayer tuvo algunas gotas intimistas, no sólo al dar los esperados agradeciemientos por su elección como candidato a la Junta, sino sobre todo al proclamar en media docena de ocasiones su "orgullo" de pertenencia al PSOE y por el trabajo desarrollado por su organización en estos 21 años de gobierno.
Tras ser aclamado por los miembros del Comité Director -el máximo órgano de decisión entre congresos- en un acto en el que no hubo peticiones de palabra, Chaves reivindicó lo que han hecho desde el Gobierno andaluz, el cómo lo han hecho ("con diálogo y concertación") y para quién lo han han hecho ("para todos, pero nuestra prioridad es ayudar a los que tienen más dificultad"), una forma de gobernar que, a su juicio, dota al PSOE de "credibilidad porque ofrece resultados y cumple sus compromisos" y con la que demuestra que el protagonista de su proyecto "es el pueblo andaluz".
Pero una vez hecho balance, Chaves instó a los suyos a "innovar" sus políticas -"un partido socialista que evoca el pasado sería en el peor de los casos una fuerza conservadora"- y "ajustar sus políticas de gobierno" para dar respuesta a los nuevos retos sociales, económicos y tecnológicos. "Por eso ponemos en marcha la segunda modernización, que supondrá una nueva transformación, un nuevo cambio para Andalucía, similar al que han supuesto estos 20 años".
El secretario general del PSOE pidió a su partido que afronte la próxima cita electoral autonómica "desde la moderación, el respeto al adversario y desde la ambición por mejorar" Andalucía y sin perder de vista "su especial responsabilidad" a la hora de contribuir al proyecto que lidera José Luis Rodríguez Zapatero. "La importancia de las elecciones autonómicas trasciende más allá de nuestras fronteras, porque el resultado andaluz incide de manera muy notable en el proyecto político que gobernará en España", dijo Chaves, quien aseguró que si Zapatero gana "se pondrá fin a la política de asfixia, acoso y desprecio del PP contra Andalucía".
Chaves también reclamó a los socialistas una campaña de "cercanía y proximidad" con los ciudadanos y evitó en todo momento avivar las expectativas electorales que tienen. "Afrontamos las elecciones en la mejor situación, pero sin triunfalismos, que no nos conviene".
¿Quién teme a Andalucía?
El instrumento político que el PSOE propone para acometer el "nuevo cambio" de Andalucía se llama Estatuto de Autonomía, cuya reforma los socialistas incluirán en su programa electoral. Ayer, por primera vez, Chaves apostó por la reforma sin rodearla de cautelas verbales del tipo "si fuera necesaria" que venía empleando siempre en sus comparecencias públicas, cautelas que los dirigentes de su partido abandonaron allá por el mes de julio, una vez que el PSOE federal apostó por las modificaciones. "¿Quién teme a Andalucía?", se preguntó Manuel Chaves y su respuesta fue: "Los que pretenden cerrarnos puertas en nombre de recelos que no tienen ningún fundamento se equivocan como se equivocaron hace 20 años". Fue una alusión clara al PP, cuya dirección nacional se opone a las reformas de los Estatutos, aunque los populares andaluces se mueven en una confusa ambigüedad.
Chaves se preguntó por qué la comunidad "tiene que renunciar a perfeccionar" su carta autonómica y a "adecuarla en el marco de la Constitución" e intentó despejar los temores por las derivas soberanistas de otros proyectos. "Los andaluces nos sentimos tan andaluces como españoles y parte de un proyecto común, el de la España plural y autonómica. Plantear la reforma del Estatuto en un momento que algunos consideran delicado puede ser un ejemplo de sensatez, moderación y de innovación dentro de la Constitución".
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