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Manuela de Madre será la número dos en la lista de Maragall

José Montilla decide no presentarse a las elecciones autonómicas

Enric Company

Tras un largo deshojar la margarita, el primer secretario del PSC, José Montilla, ha decidido no optar a una plaza como diputado autonómico en las próximas elecciones. La segunda plaza en la lista de Pasqual Maragall, que Montilla habría ocupado de haberlo querido, queda para una mujer, Manuela de Madre, ex alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, que en 1999 ocupó la tercera plaza y es uno de los exponentes de la inmigración andaluza integrada en Cataluña.

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Manuela de Madre tuvo que dimitir hace dos años como alcaldesa a consecuencia de la fatiga crónica que sufre, que le impedía ejercer el cargo con la dedicación que requería. La enfermedad la obligó también a reducir drásticamente su actividad como diputada. Estas circunstancias plantearon la incógnita acerca del número dos en la lista de Maragall, cuando el PSC decidió que Joaquim Nadal, que en 1999 había ocupado esa plaza, encabezara la candidatura por Girona en las elecciones del próximo 16 de noviembre.

La expectativa sobre la eventual incorporación de Montilla a la candidatura de Maragall había sido alimentada por el propio primer secretario del PSC, que en las últimas semanas repitió una y otra vez que mantenía abierta esta posibilidad. Al final, sin embargo, Montilla ha decidido dar preferencia a su responsabilidad como primer secretario. Su argumento fue: "Alguien tiene que quedarse en el partido cuando ganemos las elecciones", explicaron fuentes próximas al dirigente socialista.

El consejo nacional del PSC aprobará hoy las cuatro listas provinciales para las elecciones autonómicas. La comisión de listas abordó anoche las combinaciones para que al menos el 40% de los candidatos sean mujeres, para casar las propuestas de candidatos formuladas por las federaciones del partido, por la plataforma maragalliana de Ciutadans pel Canvi y para conseguir al mismo tiempo una equilibrada representación territorial.

El PSC había proclamado ya a los candidatos a encabezar las cuatro listas: Joaquim Nadal para la de Girona, Josep Lluís Pérez para la de Tarragona y Antoni Siurana para la de Lleida. La renuncia formulada ayer por Siurana introduce una de las principales novedades. La propuesta de que este puesto sea ocupado por Jordi Carbonell marca una de las escasas recuperaciones de cuadros del PSC que tuvieron responsabilidades en la Administración central durante los gobiernos de Felipe González.

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Maragall acude a su segunda batalla por la presidencia de la Generalitat cambiando a las otras tres cabeceras de listas provinciales. Los cambios introducidos persiguen ganar en cada una de ellas ese diputado de más con el que se juega la victoria que en 1999 se le escapó por un solo escaño.

Las otras novedades destacables propuestas para las candidaturas del PSC son las del profesor de ESADE Antoni Comín, el notario Juan José López Burniol, el secretario de economía de la ejecutiva socialista Antoni Castells y el responsable de programa Ernest Maragall, hermano del candidato a la presidencia de la Generalitat y líder del partido.

La batalla por el voto útil

Al mismo tiempo que ultimaban sus listas electorales, los socialistas comenzaron ayer la batalla por el voto útil progresista. Joaquim Nadal, portavoz del PSC en el Parlament, sostuvo que su partido cuenta con Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa- Verds (ICV) para formar una mayoría de progreso tras las elecciones, pero que eso no le impide advertir ahora a quienes desean un cambio en Cataluña de que el voto a ERC puede servir, afirmó, como "salvavidas" de CiU y la opción de ICV puede ser "un voto perdido" en las provincias de Girona, Lleida y Tarragona.

El objetivo de los socialistas durante los 58 días que faltan para las elecciones autonómicas es dejar claro ante los electores, explicó ayer Nadal, que lo que se juega es la opción entre "continuidad y cambio", y que a la hora de votar esto significa escoger entre las candidaturas encabezadas por Artur Mas, el candidato de CiU, y Pasqual Maragall, el del PSC.

Nadal afirmó que ésta es "la cuestión clave" de estas elecciones y que la "indefinición" de ERC, que no se atreve a explicar si quiere o no quiere formar una mayoría de gobierno con las fuerzas progresistas, "es propia de una fuerza inmadura". La propuesta de gobierno de concentración reiterada días atrás por ERC fue considerada por Nadal como "una coartada para pasar la maroma sin caerse".

De ICV, Nadal afirmó que se trata de "una fuerza relevante" que merece todos los respetos de los socialistas. Pero advirtió de que en Girona, Lleida y Tarragona "el voto a Iniciativa puede ser un voto perdido" en perjuicio de la izquierda y en beneficio del bloque conservador CiU-PP, del que por otra parte opina que será reeditado si consigue sumar 68 escaños como en 1999.

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