El consejo de la CAM descarta entrar en Iberdrola

La dirección de la Caja de Ahorros del Mediterráneo confirmó ayer a su consejo el carácter estratégico de la participación que la entidad tomó en Unión Fenosa el pasado 5 de junio y descartó la posibilidad de entrar en el capital de Iberdrola, al menos a corto plazo. La CAM renuncia así a respaldar una operación que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, dio por cerrada hace cinco semanas cuando recibió en Valencia al vicepresidente y consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.

Camps comentó entonces que las dos cajas tenían "coordinada su estrategia" para tomar una participación en Iberdrola y aseguró que compartirían "un puesto en el consejo de administración" de la eléctrica.

Sánchez Galán, por su parte, subrayó el interés de Iberdrola por incorporar socios valencianos para arraigar su posición predominante en un territorio que concentra el 30% de su negocio y sugirió que la eléctrica cedería una plaza en su consejo aunque la participación conjunta no superara el 5%.

Pero la CAM había comprado el 3% de Unión Fenosa, competidora de Iberdrola, a principios de junio por 27,4 millones de euros. Poco después ratificó el carácter estratégico de su inversión y dejó entrever la decisión que descartó ayer el consejo de la entidad. La dirección de la CAM, según fuentes del consejo, sugirió que tal vez, en otras condiciones, se podría estudiar en el futuro la posibilidad de entrar en Iberdrola.

Bancaixa, entretanto, mantiene viva la posibilidad de tomar una participación en Iberdrola, que en ningún caso superaría el 1,5% del capital y representaría un desembolso máximo para la entidad de unos 70 millones de euros.

Bancaixa baraja la entrada en Iberdrola desde hace años, según fuentes del grupo, y la coyuntura actual resulta favorable para negociar en condiciones ventajosas. La misma fuente sugiere que Iberdrola busca socios fiables porque la reciente oferta de compra de la compañía lanzada por Gas Natural, que finalmente fue paralizada, reveló el carácter vulnerable de la primera eléctrica española.

La negativa de la CAM a considerar la entrada en Iberdrola revela, una vez más, las estrategias divergentes de las dos grandes cajas valencianas a pesar del interés de la Generalitat por sumar sus voluntades en ciertas inversiones.