Gates cierra la planta de Sant Just Desvern y despide a 238 empleados
La industria auxiliar del automóvil sufre una nueva baja. El 89% de los trabajadores de la multinacional estadounidense Gates en Sant Just Desvern (Baix Llobregat) ratificaron ayer en referéndum el acuerdo alcanzado entre la dirección de la compañía y los sindicatos para cerrar esta fábrica y despedir a la totalidad de la plantilla, de 238 trabajadores. El resultado de la votación fue de 192 votos a favor, que representan el 89% de la plantilla, 17 en contra, 2 nulos, 5 en blanco y 21 abstenciones, según informó ayer el sindicato UGT de Cataluña. El presidente del comité de empresa, José Manuel Flores, mostró su satisfacción por el resultado de la votación "porque representa el apoyo de los trabajadores a la negociación que ha hecho el comité, que siempre se ha preocupado de obtener beneficio para todos los trabajadores".
El acuerdo prevé indemnizaciones de 60 días por año trabajado sin tope de mensualidades para los 157 empleados menores de 50 años de edad y prejubilaciones para el resto, que percibirán en torno al 85% del salario neto hasta cumplir 62 años.
La votación de ayer pone punto final a más de dos meses de negociaciones, después de que la dirección de Gates presentara a principios de julio un expediente de regulación de empleo que respondía, según la compañía, a la intención del grupo de abandonar la fabricación de tuberías de caucho, a la que se dedica esta planta. La multinacional, que alegó una caída de los pedidos y "cuantiosas pérdidas", había intentado, sin éxito, vender esta fábrica a la compañía italiana Alessio y a la española Prepol.
El anuncio de cierre cayó como un jarro de agua fría sobre la plantilla, que en febrero del año pasado acordó con la empresa un expediente de regulación de empleo temporal para dejar de trabajar 39 días. Fuentes del comité de empresa explicaron que, como contrapartida, la dirección de Gates se comprometió entonces a realizar nuevas inversiones en la planta, a fabricar nuevos productos e incluso a aumentar la plantilla.
El cierre, que se efectuará de forma escalonada hasta el 30 de junio del año que viene, no afecta a la fábrica que Gates tiene en Balsareny (Bages), dedicada a la fabricación de correas, que cuenta con una plantilla de 250 empleados.
El cierre de Gates acentúa la crisis que atraviesa la industria de componentes de la automoción, que en menos de un año ha asistido al desmantelamiento de dos fábricas del grupo francés Valeo, en Sant Esteve Sesrovires y Abrera (Baix Llobregat), que han dejado sin empleo a más de 850 personas.
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