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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Fuente del Rey

En los últimos tiempos una barriada de Dos Hermanas situada en la Carretera de La Isla Menor ha tenido que movilizarse contra Emasesa por una planta de residuos tóxicos que tiene situada a unos cuantos metros de su núcleo urbano. Se da la paradoja de que una empresa pública, cuyo último fin es el interés general y el servicio a los ciudadanos, al amparo de los ayuntamientos de Dos Hermanas, que ha autorizado la instalación de una planta más grande, y de Sevilla, que no ha tenido reparos en llevar los malos olores y plagas de insectos a esta barriada que lleva soportando los mismos durante años y que ve con impotencia como se instala una nueva planta de compostaje con más capacidad.

Con el desamparo y el abandono de la Administración los vecinos han decidido movilizarse para denunciar las condiciones de insalubridad que sufren y que con el calor de esta época se hacen especialmente palpables. Sólo el derecho de libertad de expresión, que Emasesa quería coartar en el protocolo de negociaciones con los representantes de la barriada, y la denuncia en la calle y en la carretera han hecho que la empresa reaccione. Al final, todo ha quedado en vanas promesas incumplidas y en la falta de malos olores durante los cuatro días de la velá de Fuente del Rey, porque a los mandos políticos no les interesaban más fotos en los periódicos ni imágenes en la televisión con máscaras al estilo de la neumonía atípica como salieron los hijos del barrio en el colegio San Fernando.

Ha sido un orgullo como vecino y persona ver como ancianos, padres de familia y niños han renunciado a la comodidad del encierro con el aire acondicionado y, desafiando las altas temperaturas, han salido a la calle para denunciar el más que probable delito ecológico que se está cometiendo con la barriada. Y es que este pueblo ha decidido luchar por su destino, ya que ha entendido que tendrá el destino que quiera labrarse por encima de las instituciones, cuyos representantes políticos no han sabido estar a la altura de los ciudadanos que administran. Seguramente lo consiga como aquel pueblo, cuyo nombre se le parece condenadamente, que nuestro Lope de Vega inmortalizó como ejemplo de rebelión contra la injusticia social.

No quisiera terminar sin dejar dos reflexiones en el tintero: ¿por qué no actúa la Justicia de oficio contra la Administración cuando se sabe que una empresa pública está atentando contra el medio ambiente y personas con plantas de residuos tóxicos conculcando la legislación? ¿Cómo puede un partido, que se llama socialista y obrero y que dice defender los servicios públicos, permitir estas actuaciones en una empresa que ellos gobiernan?.

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