La familia de Kelly afirma que el Gobierno jugó a la ruleta rusa con el científico
La sala 73 del Tribunal de Justicia de Londres vivió ayer un día tenso. Los primeros interrogatorios cruzados en el transcurso de la investigación del caso Kelly dejaron de lado la cortesía para dar paso al enfrentamiento entre los letrados de las partes y los testigos. El abogado de la familia del científico lanzó dardos envenenados contra el Gobierno británico al preguntar a un alto cargo de Defensa si estaba de acuerdo con él en que el Ejecutivo jugó "a la ruleta rusa" con la vida de Kelly, que se cortó las venas en julio. Hasta ahora, los interrogatorios habían sido conducidos por el juez lord Hutton y sus ayudantes. Ayer intervinieron los representantes de la BBC, de Defensa y de la familia Kelly, Jeremy Gompertz.
En su largo interrogatorio a Martin Howard, jefe adjunto de la inteligencia militar, y a Kate Wilson, número dos en el departamento de prensa del Ministerio de Defensa, el veterano y sarcástico Gompertz y el primer ayudante del juez intentaron demostrar que todos los pasos dados por el Gobierno desde que David Kelly admitió de manera voluntaria que había hablado con el periodista de la BBC Andrew Gilligan tenían como meta desvelar públicamente la identidad del científico.
Datos concretos
No consiguieron que Howard o Wilson reconocieran haber perseguido ese poco honorable objetivo, pero consiguieron extender la sensación de que sí lo hizo el Gobierno. Y lo lograron dando realce a datos concretos, como la elevada alcurnia política de los personajes reunidos en torno a un ordenador para redactar la nota de unas pocas líneas dando cuenta al público de que "un individuo que trabajaba para el Ministerio de Defensa" había admitido contactos con Gilligan. Ahí estaban, en un despacho de Downing Street, el portavoz Godric Smith; el jefe de Gabinete de Blair, Jonathan Powel; su entonces director de Comunicaciones, Alastair Campbell; el secretario permanente del Ministerio de Defensa, sir Kevin Tebbit, e incluso el jefe del Comité Conjunto de Inteligencia, John Scarlett.
Transmitieron esa sensación al obligar a la portavoz Kate Wilson a detallar cómo poco a poco se fue modificando la estrategia acordada para afrontar las preguntas de la prensa que intentaba identificar al "individuo" de Defensa, de manera que de la posición inicial de que no se daría el nombre se pasó a la muy poco habitual de confirmarlo a los periodistas que hubieran identificado a Kelly como la fuente, sin requerir antes el acuerdo del científico.
Y sobre todo dieron a entender que nada fue inocente en aquellos días al describir cómo las pistas dadas desde el Gobierno convirtieron "en un juego" para los periodistas la tarea de identificar a Kelly, en palabras de Gompertz. "¿O acaso se parecía más a la ruleta rusa?", preguntó el abogado al funcionario Howard. "Fue cínico e irresponsable. ¿Qué dice usted?", le preguntó de nuevo. "Estoy en completo desacuerdo", respondió el funcionario.
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