Sergio Ortega, compositor de 'Venceremos' y 'El pueblo unido'

El compositor de una de las canciones chilenas más conocidas y universales, El pueblo unido, jamás será vencido, que los militantes de la izquierda y progresistas de todas las latitudes han hecho suya y se ha gritado como consigna en marchas y actos, Sergio Ortega, falleció el lunes en París a los 65 años, víctima de un cáncer de páncreas. El músico, que nació en 1938 en la ciudad chilena de Antofagasta, a 1.300 kilómetros al norte de la capital, pidió que sus restos sean sepultados en su país natal, en un regreso póstumo del exilio al que debió partir en 1973, poco después del golpe militar del general Augusto Pinochet.

Ortega alcanzó a acudir a dos sesiones de quimioterapia antes de fallecer cuando le correspondía la tercera, debido a un paro cardiaco, según relató su hijo Chañaral, también compositor. El músico había triunfado en julio en Finlandia, en el Festival de Ópera de Savonlinna con la música de la ópera Fulgor y muerte de Joaquín Murieta, basada en textos del poeta Pablo Neruda. "La enfermedad estaba muy avanzada y ya no había nada que hacer. Además, durante los últimos 40 días estuvo viendo una serie de programas sobre los 30 años del golpe militar que se dieron en la televisión francesa y eso, sin duda, lo puso muy mal anímicamente y aceleró el proceso de la enfermedad", afirmó su hijo.

Aunque se formó en la música clásica, estudiando en el conservatorio de la Universidad de Chile, donde fue discípulo de Gustavo Becerra, y durante su versátil trayectoria compuso óperas, comedias musicales y cantatas, las obras suyas más conocidas y que han sido tocadas en escenarios de todos los continentes, son dos canciones comprometidas con el Gobierno del presidente Salvador Allende: Venceremos, el himmo de la Unidad Popular, la coalición de socialistas, comunistas y cristianos de izquierda que apoyó ese gobierno, y El pueblo unido. Ambas fueron vueltas a interpretar hace pocos días por Quilapayún y otros grupos y coreadas por miles de personas durante los dos días de concierto en homenaje a Allende, realizados en el Estadio Nacional a comienzos de septiembre.

En el momento del golpe militar, Ortega, vinculado al Partido Comunista, era director artístico de un canal de televisión, cargo que perdió y debió partir al exilio en Francia, donde llegó a ser director de la Escuela Nacional de Música de Pantin.

Entre sus composiciones está la musicalización del Canto General y Bernardo O'Higgins, de Neruda; la cantata La Fragua y la ópera Pedro Páramo, basada en la obra del mexicano Juan Rulfo, que terminó de componer poco antes de morir, con ayuda de su hijo Chañaral.

Fue también autor de la música del filme El chacal de Nahueltoro, del cineasta chileno Miguel Littin.

Para Eduardo Carrasco, líder del conjunto Quilapayún, "Ortega tenía dos vetas muy marcadas, la popular y la docta, que se mezclaban en sus obras". Según el intérprete y compositor Horacio Salinas, ex líder del grupo Inti Illimani, Ortega "era un hombre de fuertes principios, que defendía sus ideas con vehemencia. Fue la punta de lanza de aquellos compositores que venían de la academia y se unieron a las corrientes populares".

Chañaral pidió ayer que a su padre "lo despidan como se merece" en su funeral.