El Gobierno francés anuncia una subida de la tasa sobre el gasóleo que compensará la rebaja del IRPF
El Banco de Francia ensombreció ayer aún más las expectativas de la economía de su país, al apuntar un crecimiento del 0,3% para el tercer trimestre del año, inferior en una décima al estimado en su anterior encuesta de coyuntura y tras el retroceso del 0,3% en el Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre. El Gobierno, por su parte, anunció una subida de 2,5 céntimos por litro en la tasa sobre el combustible diesel (gasóleo), poco después de la proclamada rebaja del 3% en el IRPF. La subida entrará en vigor en 2004 y con ella se espera recaudar unos 800 millones de euros, cantidad que equivale a lo que se prevé dejar de ingresar por la rebaja del IRPF.
La advertencia del Banco de Francia no puede tomarse a la ligera: la entidad dirigida por el futuro presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, menos optimista que los servicios gubernamentales, suele acercarse más a la realidad. Frente al 0,8% de aumento del PIB en este año, estimado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INSEE), el Banco de Francia advierte de que en los tres primeros trimestres sólo se habrá alcanzado el 0,3%. Y nada apunta a una brillante recuperación en el último.
La mala salud de la economía sirve de "excusa" ante Europa por la flagrante desviación del déficit público, pero también prepara a la opinión pública a aceptar un presupuesto de rigor para 2004, sin el cual saltarán por los aires los restos de credibilidad que le quedan a Francia en la Comisión Europea y entre los países "virtuosos" del Pacto de Estabilidad.
El ejecutivo anticipa que el Presupuesto se basará en el "crecimiento cero" de los gastos, pero aún no ha clarificado las cifras clave, limitándose al goteo de anuncios parciales. El último consiste en subir la tasa del combustible diesel para los particulares, lo cual afectará a 11,8 millones de vehículos que circulan actualmente en Francia con ese combustible. Dos tercios de los coches nuevos vendidos en este país utilizan diesel.
El propio primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, aseguró que la recaudación de esa tasa irá destinada a la construcción de infraestructuras ferroviarias y forma parte de un plan global para conseguir "vehículos más limpios". Pero el grupo Peugeot-Citröen, segundo productor mundial de vehículos diesel -por detrás del alemán Wolkswagen- salió inmediatamente al paso de tal iniciativa, afirmando que es "contraproducente" si se trata de proteger el medio ambiente, porque un motor diesel moderno emite un 25-30% menos de CO2 que un motor equivalente de gasolina.
Sueldo de los funcionarios
El Gobierno también anunció un nuevo sistema retributivo para los funcionarios públicos, basado más en los "méritos". Los funcionarios no cobran en función del coste de la vida, sino que tienen reconocidas unas subidas plurianuales que les hicieron perder el 1% de poder adquisitivo en 2002 y el 2,6% en este año, según sus sindicatos. Éstos intentan recuperar la diferencia, pero el ministro de la Función Pública, Jean-Paul Delevoye, les ha advertido de que no puede dar lo que no tiene, además de cogerles a contrapié hablando de remuneraciones individualizadas, de forma que el servicio público deje de ser "una máquina que esteriliza el riesgo".
Castigados por su fracaso en el intento de frenar la reforma de las pensiones, los líderes sindicales ven otra tormenta en perspectiva. El secretario general de Force Ouvrière (FO), Marc Blondel, calificó de "enorme error" la idea de pagar a los funcionarios "en función de la visión subjetiva del político". François Chérèque (CFDT), uno de los pocos líderes sindicales que apoyaron la reciente reforma de las pensiones, acusa ahora al ejecutivo de desviar el debate: "Como el Gobierno no tiene medios para financiar un aumento salarial de los funcionarios, se desvía hacia la remuneración individual".
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