La OTAN estudia el despliegue de tropas fuera de Kabul

La situación en Afganistán se ha deteriorado tanto en los pasados tres meses que se da por cierto que la ISAF, la fuerza multinacional desplegada desde finales de diciembre de 2002 y dirigida por la OTAN desde agosto, deberá ampliar próximamente la vigilancia más allá de Kabul, la capital. El Consejo Atlántico (NAC) podría ordenar esta misma semana al Comité Militar aliado iniciar planes sobre una cuestión cada vez más inaplazable, y que hoy será estudiada por los embajadores del NAC con sus homólogos del Comité Político y de Seguridad de la Unión Europea (COPS).

Estados Unidos es partidario de que la ISAF, compuesta por más de 5.000 soldados de una treintena de países, entre ellos España, extienda su vigilancia más allá de la capital afgana. El jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, lo ha reiterado en su reciente viaje a Kabul. La OTAN está al mando desde el 11 de agosto de esa fuerza, en lo que supone la primera misión atlántica fuera de sus confines geográficos.

Oficialmente, el tema no ha sido presentado todavía a la mesa de los embajadores atlánticos. Fuentes oficiales aliadas afirman que no "hay urgencia" para abordarlo. Sin embargo, el deterioro de la situación y la necesidad de preparar en condiciones las elecciones a mediados del año próximo en Afganistán obligan a tomar una decisión sin mucha más demora, sostienen otras fuentes.

"Nada es imposible, pero resulta muy difícil que los comicios se celebren en condiciones normales si no se incrementa la presencia militar", ha señalado en Bruselas el enviado especial de la UE en Afganistán, el español Francesc Vendrell, quien hoy informará de su reciente misión al país en la reunión conjunta entre el NAC y el COPS.

Incremento de efectivos

Vendrell cree que no será necesario un incremento notable de efectivos. Dice que es mucho más importante su robustez, es decir, la capacidad para imponer la autoridad para garantizar la estabilidad. "La ISAF no es sólo una fuerza de mantenimiento de la paz, sino de imposición", recuerda el diplomático, que ha declarado en Bruselas que "lo que se haga se debe hacer pronto".

La ampliación del mandato de la ISAF exige una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que en principio no supone un gran problema. La cuestión estriba en las dificultades para movilizar más efectivos y en los riesgos que comporta. El anterior jefe de ISAF dijo el pasado agosto que serían necesarias 8.000 nuevas unidades, aunque otras fuentes estiman inferior el número exigido.

La situación ha sido descrita en términos muy dramáticos por el director de la Oficina contra la Droga y el Crimen de Naciones Unidas, el portugués Antonio María Costa, quien ha pedido a la OTAN que refuerce la ISAF para combatir el narcotráfico y el peligro de que se creen carteles de droga en manos de los señores de la guerra.