Rajoy pretende "acercar" el PP a "todos los que ven con desagrado la crisis del PSOE"

El objetivo del PP para las elecciones del 26 de octubre en Madrid es lograr "el acercamiento a todos los que han vivido con desagrado el espectáculo provocado por una grave crisis del PSOE que, de modo irresponsable, ha querido trasladar a los demás". Así se lo dijo ayer su nuevo líder, Mariano Rajoy, a los militantes del PP que se reunieron en el recinto ferial madrileño para lanzar a su candidata: Esperanza Aguirre. La acompañaron seis ministros, dos presidentes autonómicos, la plana mayor del PP... Pero no estuvo Ricardo Romero de Tejada, secretario del PP madrileño. Nadie le mencionó.

"Acercar" el PP "a todos los madrileños sin exclusión ni distinción". Éste es el plan de Rajoy para la cita electoral del 26 de octubre. Captar incluso para Esperanza Aguirre a los votantes de la izquierda que hayan visto en estos meses que en la crisis de la Asamblea de Madrid "no ha habido ninguna conspiración, ¡por favor!". Sólo ha habido, según Rajoy, "una huida hacia adelante" del PSOE para "agravar la crisis, intentar alguna que otra insidia y trasladar a los demás sus propias vergüenzas".

Se trata de pedir el voto a los que, como él, consideren que "el balance no puede ser más desolador". Que "se ha causado un grave perjuicio a la mayoría", incluidos "los propios votantes del PSOE". Y a los que no ven bien que "nadie haya asumido ninguna responsabilidad y nadie haya asumido la autocrítica". En general, el PP intentará captar el apoyo de todos los que crean que el PSOE representa ahora "un proyecto poco serio e incertidumbre que la gente no se merece".

La frase del día fue: "Por fortuna, no todos somos iguales". Según Rajoy, "eso es verdad" y "de ahí deriva la gran responsabilidad" que él cree que tiene su partido: "Queremos afrontar todos los retos económicos y sociales de Madrid" y "ganar las elecciones es una necesidad".

El nuevo líder del PP estrenó ayer, además, una forma muy suya de pronunciar mítines: lograr que el auditorio se desternille con sus ironías. Dijo que quería "contar algunas cosas, sin ánimo de molestar". Y arrancó: "El PP ganó las elecciones el 25 de mayo. Las perdió el PSOE. Esto son matemáticas y las matemáticas no crispan". Después recordó el pacto de Gobierno entre el PSOE e IU. Aseguró que "desvelaron algunas cosas" que no habían contado en campaña. Y pidió que se "tome buena nota de la fiabilidad" de lo que se dice antes y lo que se dice después.

"Luego no pudieron formar Gobierno. Eso parece un hecho objetivo. No pudieron porque no se pusieron de acuerdo entre ellos". Aquí, Rajoy apostilló: "Y parece oportuno señalar que las listas electorales del PSOE las hicieron ellos. Porque yo no fui y Esperanza Aguirre tampoco".

Las carcajadas del auditorio le sirvieron para continuar con una pregunta: "¿Por qué hicieron las listas electorales como las hicieron?". Rajoy pidió al líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y a su candidato para Madrid, Rafael Simancas, que "se lo expliquen al conjunto de los madrileños, porque es su exclusiva responsabilidad". De paso, solicitó que aclaren si, en la confección de esas listas, "había o no alguna deuda política que cerrar y por qué". Y, para el futuro, "si queda alguna deuda política". Él zanjó: "Yo no tengo ninguna".

La crítica más acerada de Rajoy al PSOE fue su conclusión sobre la crisis: "Lo más revelador de todo lo que hemos vivido es ver cómo actúan algunos ante las dificultades. Porque es en las dificultades donde las personas y los dirigentes políticos dan o no dan la talla. (...) En estos meses hemos conocido un poco más al señor Zapatero y a su equipo. Hemos sabido un poco más de su capacidad para actuar en la adversidad. Hemos aprendido también de sus posibilidades como gobernante". Rajoy dejó la mayor sorna para referirse a Simancas. Calificó su "capacidad" de "indiscutible". De su "solvencia" proclamó: "¿Es que alguien puede ponerla en duda?". Y remató: "Hemos sabido cuánto vale su palabra y eso, sin duda, es muy importante".

Enfrente, como siempre hacía Aznar, situó al PP. El cartelón ayer escogido para el mitin jugaba con las palabras "confianza" y "equipo". Rajoy añadió otras: "honradez política y honradez democrática"; "gobernar sin hipotecas, sin votos prestados ni letras de vencimiento cierto"; "solvencia política"; "certidumbre y estabilidad". Todo porque, según Rajoy, "el PP es un partido fiable con un equipo de confianza", y porque Aguirre "cuenta con el mejor equipo" y ofrece la "garantía de continuidad de la obra de Alberto Ruiz-Gallardón".

Según el nuevo líder del PP, hay un "riesgo": el de "un Gobierno inestable, insolvente e impresentable" de una coalición del PSOE e IU en Madrid.