El Festival de Cine busca soluciones ante la posible huelga del María Cristina

El Festival de Cine de Sebastián, que arrancará el jueves, ha decidido pasar a la acción ante la posibilidad de que se consume la huelga de los trabajadores del Hotel María Cristina, establecimiento de lujo en el que aloja a sus invitados más ilustres y es sede de algunas de sus actividades. Sus responsables confirmaron ayer que ya han mantenido conversaciones con el Hotel Carlton de Bilbao por si fuera necesario trasladar a sus convidados.

El Festival de Cine puede acabar siendo el pagano de un problema sindical que le es ajeno, si se mantiene el desencuentro entre la dirección y los sindicatos del hotel de lujo donostiarra, perteneciente a la cadena Sheraton. Sus invitados más distinguidos, este año Sean Penn, Isabelle Huppert y Robert Duvall -los tres Premios Donostia-, entre otros, se alojan en las habitaciones del María Cristina, y el Festival centraliza cada año en sus salones los encuentros con los directores que participan en la Sección Zabaltegi. También las entrevistas suelen desarrollarse en el hotel.

"Obviamente, desde el punto de vista de la imagen no es una cuestión positiva", señaló hace unos días el director del festival, Mikel Olaciregui, en una entrevista con este periódico. "Espero que las negociaciones lleguen a buen puerto y se desconvoque la huelga". No dijo más. Optó por la prudencia para no incidir en un conflicto que se encuentra en situación muy delicada. Tanto, que el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, ha terciado, por el momento sin éxito, en el asunto. Ayer, fuentes del certamen confirmaron que se han mantenido conversaciones con el Carlton de Bilbao por si finalmente se hiciera necesario trasladar a los invitados a otro hotel de categoría. "La disposición es buena", señalaron. "En todo caso, nos han dicho que las negociaciones continúan y que aún hay tiempo para parar la huelga" de los trabajadores del único hotel que se ha sumado a la convocatoria de ELA y LAB.

La reunión del viernes no arrojó buenos resultados. Los sindicatos se mantienen firmes en su petición de un incremento salarial del 5,5%, frente al 4,75% que concede la patronal para este año y una reducción de jornada de 12 horas al año, frente a ocho. "Nos parece un disparate que la dirección llegue a este extremo por lo poco que nos separa", señaló un portavoz de ELA.