Coches de salón contra la crisis
La industria hace frente a las dificultades con la presentación de más de 60 modelos
Con la excepción de los fabricantes asiáticos, las grandes marcas mundiales de la industria automovilística atraviesan momentos difíciles, por lo que han querido utilizar el escaparate que supone el Salón Internacional de Francfort para hacer un alarde de nuevos modelos y demostrar su confianza en la próxima recuperación del sector.
La producción de modelos, como el X-3 de BMW, por parte de fabricantes independientes está cada vez más extendida
El presidente de General Motors vaticina el final de la era de los descuentos si se confirma la recuperación de la economía norteamericana
Entre las muchas cualidades que caracterizan la industria del automóvil no figura, desde luego, la de amilanarse ante las adversidades y los problemas. Más bien al contrario, son fieles defensores del ataque como el mejor de los sistemas de defensa. Eso es al menos lo que están demostrando estos días en la 60ª edición del Salón Internacional de Francfort, en el que, a pesar de los momentos poco boyantes que atraviesan la mayoría de los grandes fabricantes, con excepción clara de los orientales, han realizado un gran esfuerzo para presentar más de 60 nuevos modelos y más de 120 novedades de todo tipo. Hasta la climatología parece que ha querido contribuir a la recuperación con unas temperaturas poco habituales para estas fechas en esta región de Hesse.
Durante la pasada edición, hace ahora dos años, el salón alemán, junto al resto del mundo, sufría en directo la sacudida de los atentados terroristas de Nueva York y Washington, que han desempeñado un papel muy importante en la evolución posterior de la economía mundial.
La situación no se ha normalizado. Por un lado, el pasado jueves 11, día de la inauguración oficial del salón, la policía tuvo que bloquear una de las zonas de acceso durante más de dos horas por una alerta de bomba. Por otro, tanto en Estados Unidos como en Europa las matriculaciones han acusado un notable descenso durante los dos primeros cuatrimestres del año. En Europa concretamente, las matriculaciones en 2002 descendieron un 3%, al situarse en 14,4 millones de unidades, y entre enero y agosto se han reducido un 2,2% de nuevo al quedar en 7,6 millones.
Señal de confianza
En ese marco, los fabricantes han querido arrimar el hombro en Francfort a la recuperación del sector con un alarde de nuevos modelos, innovaciones y apuestas que sintetizaba en la inauguración el presidente de la industria automotriz alemana, Bernard Gottschalk, como una clara "señal de confianza" por parte de una actividad económica clave para "el crecimiento económico, la creación de empleo y la prosperidad".
El año 2004 puede ser el año de la recuperación y a ese carro van a tratar de subirse todas las marcas, sobre todo las que, como Opel y Volkswagen, han presentado nuevos modelos en el segmento intermedio, donde se registran el mayor número de ventas.
Las noticias, además, no se limitan al ámbito de las presentaciones; las inversiones anunciadas también han desempeñado un papel importante, y en lo que se refiere a España, las más destacadas han sido los 400 millones de euros que Nissan dedicará a la fabricación de un nuevo todoterreno en Barcelona, que sustituirá al Terrano, y los 160 millones que Seat destina al desarrollo de su nuevo modelo, Altea, que acaba de presentarse en sociedad y se producirá en Martorell.
Otra de las facetas típicas de este tipo de ferias internacionales son las declaraciones de los responsables de las principales marcas comunicando sus avances en cualquiera de los frentes tecnológicos en los que se hallan inmersos, anunciando acuerdos de cualquier tipo o vaticinando las próximas actuaciones en materia económica.
En este sentido, el presidente de General Motors, Richard Wagoner, adelantó el fin de la era de los descuentos y promociones que ha caracterizado el mercado norteamericano durante los últimos ejercicios en caso de que se confirme la recuperación económica. Una práctica que ha hecho mella en la salud financiera de los fabricantes estadounidenses.
Por su parte, Jean Martin Folz, presidente del grupo francés PSA, Peugeot-Citroën, concretó en un millón los motores de gasolina que fabricarán anualmente a partir de 2006 en colaboración con BMW. Y es que la ola de fusiones y adquisiciones que caracterizó esta actividad industrial durante la década pasada ha dado paso a las colaboraciones puntuales para el desarrollo de determinados modelos o plantas conjuntas de producción.
Fabricaciones independientes
Pero si esta actividad se encuentra cada vez más generalizada, hay una nueva modalidad de producción que adquiere fuerza también por momentos: la fabricación externa o subcontratada a empresas completamente independientes de las marcas que contratan. El último ejemplo en este sentido, que ha sido presentado también en el Salón de Francfort, es el todoterreno X-3 de BMW, hermano pequeño del X-5 y que se exporta a todo el mundo desde la fábrica canadiense de Magna International, en la que también se fabrican el Chrysler Jeep Grand Cherokee para el mercado europeo, algunas versiones de los Mercedes de la clase G y E y el Saab-3.
No es una actividad nueva y estaba muy extendida, sobre todo en Italia, donde han proliferado los fabricantes paralelos de versiones exclusivas pero de series muy reducidas. Las cosas han cambiado y la práctica se está extendiendo hasta el punto de que en alguna ocasión quizás habrá que preguntase si realmente se trata de un modelo de la marca. The Wall Street Journal, recogía la semana pasada unas declaraciones de Helmut Panke, director técnico de BMW, en las que señalaba que "si tuviéramos que fabricar el X3 en nuestro sistema productivo estaríamos obligados ha construir otra planta, y eso lleva tiempo y dinero".
Toyota se coloca en la 'pole position'
Desde hace algún tiempo venía corrigiéndose en los medios de comunicación la denominación three bigs para designar a los tres grandes fabricantes norteamericanos de automóviles. El pasado mes de agosto ha supuesto la puntilla de esta designación al ocupar Toyota el tercer puesto en las ventas de Estados Unidos, por delante de Chrysler. Pero la cosa no queda ahí y además viene de lejos: el fabricante japonés no ha registrado ni un solo ejercicio negativo en su historia. Desde principios de los años cincuenta, en que se configura la compañía actual, Toyota nunca ha perdido dinero. En estos momentos es la marca que más se vende en el mundo, exluido EE UU. Como grupo, con sus tres marcas: Toyota, Lexus y la más reciente, Scion, ocupa el tercer lugar de las ventas mundiales, detrás de General Motors y Ford, y algunos analistas señalan que, a finales de año, podría colocarse por delante del fabricante norteamericano que celebra su centenario este ejercicio.
Este año Toyota va a fabricar más coches en Estados Unidos que en Japón, por lo que desde el punto de vista de la facturación es ya una compañía más norteamericana que japonesa.
Los resultados obtenidos durante el pasado ejercicio -12.000 millones de dólares de beneficios- son superiores a la suma de los alcanzados por General Motors y Ford durante los últimos 10 años. Su capitalización bursátil ahora supera a la de General Motors, Ford, Volkswagen y Renault, sumadas todas ellas. Está presente en 150 mercados nacionales y es líder en 50 de ellos.
En Europa, acaban de anunciar que el objetivo que se fijaron en 1999 para el año 2005 -lograr unas ventas de 800.000 unidades- lo alcanzarán este ejercicio. Y han anunciado una meta de 1,2 millones de automóviles en el mercado europeo para 2010, lo que supondría una cuota del 6,5% del mismo. Según el vicepresidente de la compañía en Europa, Takis Athanasopoulos, una de las subidas más espectaculares durante los ocho primeros meses de este año la han registrado precisamente en España, con un incremento del 26% de las ventas, hasta alcanzar las 28.673 unidades.
El año pasado se fijaron como meta para 2012 en el mercado español la venta de 100.000 unidades. Anteriormente lo habían establecido en 50.000 automóviles durante 2005 y es más que probable que se anticipen. Según los responsables de Toyota en España, este año tienen previsto vender 41.500 coches, de los que únicamente 3.000 corresponden a rent a car, por lo que las ventas a particulares van a registrar un crecimiento del 50% respecto al año pasado, en que se vendieron 25.700.
Varias son las razones que justifican el dulce momento por el que atraviesa el fabricante japonés, y entre ellas, algunos de sus dirigentes destacan el hecho de que en los años noventa, cuando otros invertían en adquisiciones, fusiones, alianzas..., Toyota concentraba sus recursos en desarrollar sus propios productos con una escala de prioridades muy clara y con una programación que ha ido cumpliendo escrupulosamente y que se concreta en estos momentos en el desembarco europeo.
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