Cinco posiciones para un difícil consenso
Aunque hay consenso sobre la necesidad de transferir el poder político a los iraquíes lo antes posible, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU aún no se ponen de acuerdo sobre cuándo y cómo se producirá ese traspaso de poder. Éstas son sus posiciones:
- ESTADOS UNIDOS. Acepta una mayor responsabilidad de la ONU y de la comunidad internacional, pero sin renunciar o compartir el mando militar, que seguiría bajo su control. Está de acuerdo con la autorización de una fuerza multinacional de estabilización, para aliviar la carga militar y económica de la reconstrucción bajo su mando. Pide el reconocimiento del Consejo de Gobierno iraquí como la único organismo visible para la reconstrucción del país. Acepta un plan para restaurar la soberanía de los iraquíes, más o menos parecido al propuesto por Francia, pero sin plazos.
- REINO UNIDO. Respalda, en términos generales, las posiciones de Washington. Destaca que, a diferencia de los desencuentros en el Consejo de Seguridad antes de la intervención, ahora hay un consenso claro: que el pueblo iraquí debe asumir su responsabilidad política.
- FRANCIA. En concordancia con Alemania, acepta que el poder militar lo siga ostentando EE UU, puesto que la retirada de sus soldados provocaría "un vacío peor que el actual", pero señala como prioridad en la reconstrucción la devolución de la soberanía a los iraquíes. Para este traspaso de poder propone un calendario, supervisado por la ONU, que apartaría del proceso al representante civil de Estados Unidos, Paul Bremer. Este calendario sugiere el establecimiento de un Gobierno provisional en un mes, la elaboración de una Constitución antes de final de año y la convocatoria de elecciones la próxima primavera.
- RUSIA. Considera esencial que la ONU tenga el papel central en Irak y coincide con Francia en que se adopte un calendario para la devolución de la soberanía a los iraquíes. Para Moscú, que no prevé enviar tropas a la zona, la eventual fuerza multinacional debe estar "claramente subordinada" al Consejo de Seguridad y rendir cuentas ante éste periódicamente.
- CHINA. Como en los debates previos a la guerra, mantiene un perfil discreto. Más próximo a la posición franco-rusa, el Gobierno de Pekín podría jugar el papel de árbitro.
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