Un centenar de 'cabezas rapadas' atacan el concierto de la Diada en Castellar
"Al principio del concierto se plantaron ahí, sin hacer nada. Al cabo de un par de horas empezaron a tirar botes de humo y piedras contra el escenario. Eran un centenar de cabezas rapadas que habían venido de toda la comarca. Había muchos de Castellar, pero también de Sabadell y de otras poblaciones". Así describe la concejal de Participación Ciudadana y Juventud de Castellar, Montse Gatell (CiU), lo que sucedió hacia las 1.30 horas durante el concierto que el Ayuntamiento de esta localidad había organizado en la plaza de Cataluña con motivo de la Diada de l'Onze de Setembre, que tuvo que ser suspendido.
Un millar de personas esperaban para ver la actuación de una banda local, Vinatxa, del grupo de folk catalán Pomada y de Brams. Pero "ante la lluvia de piedras del tamaño de una pelota de tenis que recibió el técnico cuando preparaba el escenario", explica el cantante de Brams, Francesc Ribera, "optamos por no salir al escenario". "Tuvimos que ayudar a un chico y llevarlo al camerino porque le habían lanzado gas lacrimógeno", añade.
Esta no fue la única víctima. A un padre de familia, aquella misma tarde, le dieron un puñetazo en un ojo por haber colgado una bandera catalana con la estrella en el balcón de su casa. Por esta agresión, a la Guardia Civil no le consta ninguna denuncia.En la plaza de Cataluña de Castellar del Vallès, frente al escenario, llegaron a concentrarse más de un centenar de cabezas rapadas con ganas de bronca, frente a un millar de jóvenes de distintas ideologías, entre ellos independentistas, que habían acudido a escuchar música con ocasión de la fiesta nacional de Cataluña.
Se vivieron momentos de tensión y confusión, pero el Ayuntamiento afirma que no hubo que lamentar heridos. Los 10 agentes de la Policía Local y los 6 de la Guardia Civil que había desplegados en el lugar, lograron aislar a los cabezas rapadas. Los agentes identificaron tan sólo a dos menores, de 16 y 17 años, y detuvieron a dos vecinos de Sabadell, de 22 y 23 años, informó la Policía Local. Estas últimas por destrozos a tres vehículos. Tras ser interrogados, fueron puestos en libertad.
Que aquella noche habría concentración de cabezas rapadas era un secreto a voces. Ya a media tarde unos 70 habían acudido al campo de fútbol de Castellar. Después se dirigieron al concierto. El alcalde de esta localidad, el convergente Lluís Corominas, llevaba más de una semana pidiendo refuerzos. Al final consiguió 6 guardias civiles, y el Ayuntamiento puso 10 agentes de la Policía Local. "Es indignante porque tienen que llevar a cabo tareas que no les corresponde", asegura el alcalde, quien además contrató a dos profesionales de la seguridad privada.
Sensación de inseguridad
En el último año y medio, en esta población, y en otras del Vallès, las agresiones de cabezas rapadas han ido "en aumento", afirma Corominas. Éstos "fueron a provocar", asegura el alcalde. "En Castellar hay miedo y sensación de inseguridad", sentencia. Antes del verano, durante los meses de mayo y junio, el Ayuntamiento de Castellar ya se personó en tres ocasiones como acusación particular en casos de ataques racistas. "Es tan sólo una medida más, pero lo que pedimos es que la policía haga lo que tiene que hacer, que investigue, que averigüe cómo están organizados y que actúe", clamaba ayer el alcalde.
Corominas habló ayer con la nueva delegada del Gobierno en Cataluña, Susanna Bouis. "Hay buena predisposición, pero lo que no dejaré de denunciar es que llevamos dos años pidiendo más efectivos. Hay 12 guardias civiles para una población de 30.000 habitantes", se lamenta. Desde la Delegación del Gobierno hay el compromiso de reforzar la seguridad durante los próximos días porque Castellar se encuentra en plena fiesta mayor y habrá conciertos casi a diario.
Fuentes de la Delegación del Gobierno aseguran que se cubren todas las plazas vacantes de policías y esgrimen como argumento que desde el pasado mes de enero y respecto al año 2002 la delincuencia en Barcelona ha disminuido el 9,5%. A la Guardia Civil no le constan ninguna detención ni denuncia tras el concierto.
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