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La policía multa a 4.650 conductores en dos meses por hablar por el móvil

Las sanciones crecieron un 50% respecto a campañas anteriores

F. Javier Barroso

Hablar por el teléfono móvil mientras se conduce se ha convertido en una infracción cara en la capital. La Policía Municipal ha impuesto 4.650 denuncias entre julio y agosto a automovilistas que han hecho caso omiso a las prohibiciones recogidas en las leyes viarias. Esta fuerte ofensiva contra los infractores supone, según reconocen fuentes municipales, un incremento superior al 50% respecto a otras campañas de los agentes locales.

Los policías municipales continuaron una campaña emprendida a nivel estatal por la Dirección General de Tráfico (DGT) el pasado mayo. Los agentes han hecho especial incidencia durante el mes de julio, cuando pusieron más de 3.500 sanciones. Esto arroja un balance de 112 denuncias al día en todas las calles de Madrid. Las vacaciones también se dejaron notar a la hora de rellenar boletines por parte de los agentes. En este mes impusieron 1.150 (38 cada día). "Este descenso se debe, sobre todo, a que ha bajado la circulación y también el número de agentes que han estado en las calles", señaló el delegado de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Arturo Canalda.

Según la policía, no hay una zona de especial incidencia a la hora de sancionar a los conductores. "La única que se podría destacar es el centro de la capital, ya que ahí es donde se acumulan más vehículos. Pero también es cierto que, si incrementamos el número de agentes en una determinada zona, inmediatamente crece el número de denuncias que imponen los policías municipales", confiesa Canalda.

Los conductores tienen que pagar 60 euros cada vez que son cazados por la policía. De hecho, la ordenanza municipal marca un importe inferior a los 90 que recoge la Ley de Seguridad Vial, que considera esta infracción una falta leve. Ésta recoge la prohibición expresa de utilizar los teléfonos móviles o cualquier otro medio de sistema de comunicación mientras se conduce, salvo que el desarrollo de la comunicación tenga lugar sin emplear las manos, cascos, auriculares o instrumentos similares. Se ha añadido el uso de emisoras de radio a través del micrófono por la grave interferencia al grado de atención exigible a todo conductor.

Incremento del importe

"Reconocemos que la cantidad que paga el ciudadano es más baja de lo que permite la ley, pero no descartamos en un futuro incrementarlo. No se trata sólo de recaudar, sino de concienciar a los conductores de que lo importante es su seguridad", explica Canalda. "Cualquier distracción durante la conducción puede ser muy importante. Puede acabar en un golpe o incluso algo más serio. Por eso, hemos hecho esta campaña para que los agentes estuvieran muy atentos a esta infracción", señala el delegado de Seguridad.

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El fin de la campaña no supone en ningún caso que los policías municipales vayan a dejar de sancionar a los infractores. Significa que no vigilarán este hecho de manera especial, como han hecho en los últimos meses. "Lo mejor en estos casos es llevar un dispositivo de manos libres que no requiera atención por parte del conductor o aparcar el vehículo fuera de la calzada de forma que no se obstruya la circulación", aconseja Canalda.

Mario Arnaldo, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (entidad dedicada a la defensa del conductor), reconoció que el número de denuncias ha crecido en los últimos meses, sobre todo tras la entrada del cambio de la Ley de Seguridad Vial, en enero de 2002. "El problema no reside en sancionar al conductor, sino de concienciarle de que es necesario cambiar de hábitos y que mientras conduce no debe hablar por el móvil", aconseja.

Otro problema que ha percibido Arnaldo es que los agentes no suelen notificar en el acto las denuncias a los conductores. Éstos se enteran de que han sido sancionados cuando reciben la notificación en su casa. "De este modo se pierde la labor de amonestación que tienen los agentes cuando sancionan. Parece que sólo quieran recaudar dinero", concluye Arnaldo.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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