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El PP intentó recalificar 32 hectáreas de un compañero de Romero de Tejada en Chinchón

La operación, asesorada por un ex gerente de urbanismo, la veta el nuevo gobierno socialista

El Gobierno municipal de Chinchón, hasta mayo pasado del PP, intentó recalificar a suelo urbano una finca de 32 hectáreas de Jabbar Inversiones, la empresa de un compañero de trabajo de Ricardo Romero de Tejada, secretario general del PP en Madrid. Jabbar Inversiones ofreció a CPV, la promotora inmobiliaria que ha estafado a 1.200 familias, la entrega de esta finca rústica de 32 hectáreas en Chinchón, una vez que fuera aprobado el nuevo plan que la recalificaría. El proyecto se frustró al perder las elecciones el PP en Chinchón y ganar el PSOE.

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La ex alcaldesa dice que no sabía nada.

Jabbar Inversiones tiene gestores vinculados a Romero de Tejada. Su consejero delegado es Pedro García Valero, un modesto empleado de la misma copistería MiC que empleó como trabajador a Romero de Tejada desde 2001 hasta su despido en agosto pasado. El presidente de Jabbar es Javier Sánchez-Lázaro Carrasco, hermano de los dueños de dicho negocio impresor. Y su actuación en Madrid va unida a es escándalos inmobiliarios, como la estafa a 1.200 familias por la promotora CPV (Comercializadora Peninsular de Viviendas). De una sola de de sus operaciones arrancan dos actuaciones controvertidas: un denunciado "vaciamiento patrimonial" de CPV y un frustrado pelotazo en Chinchón.

Todo ello surge de la permuta de suelos efectuada en agosto de 2002 por CPV, dos meses antes de su quiebra, con Jabbar. Este contrato tenía dos vertientes: por una lado esta promotora entregaba todos sus bienes a Jabbar que valoraba en 8,8 millones de euros. Y, por otra, recibía unos 4,4 millones de euros y una finca de 32 hectáreas. Pero Jabbar no cumplió estas dos condiciones. Retuvo el dinero por incumplimiento de algunas garantías pactadas y no entregó la finca porque estaba sujeta a una condición establecida en el contrato: que se aprobase un convenio que se estaba negociando con el Ayuntamiento de Chinchón, cuyo plan general de ordenación urbana estaba en fase de redacción.

Jabbar contó con un asesor que unía a sus cualificaciones sus inmejorables relaciones con el PP: Pedro Areitio, ex gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid con el PP entre 1991 y 1995, y que fue contratado a través de su sociedad Coindeco. Areitio asegura que entró en este asunto porque el casco urbano de Chinchón es de una gran complejidad técnica dado su alto grado de protección, y que sólo se entrevistó en tres ocasiones con la ex alcaldesa, Ana Magallares. Cumplió su trabajo. La finca de Jabbar, antes definida como rústica, en el avance del Plan General que impulsó el PP se definía ya como "suelo urbanizable no sectorizado". La pluma del redactor respiraba la misma filosofía sugerida por Areitio al Ayuntamiento para urbanizar esa zona. Areitio admite que hizo de puente entre los propietarios y el Ayuntamiento sobre cuáles debían ser los parámetros del nuevo plan urbanístico local. No en vano, en el contrato de Coindeco con Jabbar, la empresa de Areitio se comprometía a volcar todos sus esfuerzos en lograr "la aprobación definitiva de un Plan General de Ordenación Urbana en Chinchón que contenga las previsiones necesarias para clasificar como suelo urbanizable" los terrenos de Jabbar.

La dimisión de la alcaldesa de Chinchón, Ana Magallares, en julio de 2002 tras ser condenada por el Supremo por prevaricación (no convocó una comisión de cuentas a pesar de que el Pleno lo había aprobado), no frenó este proyecto. Dejó al frente a su primer teniente de alcalde, Francisco Grau, incurso en otro proceso judicial por presunta prevaricación y coacciones.

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El PSOE ve en esta operación en Chinchón "la mano de Romero de Tejada". Areitio niega haberse entrevistado con él. El único dato objetivo es que en febrero de 2002, Romero de Tejada vetó mediante carta oficial por supuestos incumplimientos estatutarios internos la lista alternativa a la presidencia del PP en Chinchón, que desempeñaba entonces Ana Magallares. El candidato vetado, Juan de Dios Apolo, nunca entendió por qué rechazó su lista el secretario general del PP en Madrid cuando Magallares ya estaba condenada por la Audiencia Provincial por prevaricación, según explican miembros de su lista. "Nos sorprendió que Romero de Tejada aceptase una candidatura encabezada por una persona condenada y rechazase una lista donde iban personas que no tenían ningún asunto pendiente con la justicia. Creíamos que Magallares no podía representar al partido y por eso queríamos que los militantes del PP en Chinchón pudieran votar y elegir otro presidente".

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