Saura pide que la reforma del Estatut incorpore los nuevos derechos sociales

La reforma del Estatuto de Autonomía que propone Iniciativa Verds (ICV) difiere notablemente de otras en varios aspectos. Pero el que más destaca es que incluye un proceso de participación social muy acentuado. Para predicar con el ejemplo, el presidente de ICV, Joan Saura, invitó ayer al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Porta, a intervenir en el acto de presentación de la propia propuesta de ICV. Saura insistió en que el nuevo estatuto que surja de la reforma ha de incorporar los nuevos principios y derechos sociales.

A título de ejemplo, Saura citó como nuevos derechos sociales, de los no se hablaba en España en la década de 1970 cuando se redactaron la Constitución y el Estatut, el derecho a una muerte digna, la eutanasia. También citó el derecho de toda persona a no vivir en la pobreza. De este derecho se deduce el establecimiento de lo que se denomina "mínimo vital", una renta garantizada por el Estado, en este caso la Generalitat.

Otros derechos sociales citados por Saura fueron el de gozar de la naturaleza; el de la seguridad alimentaria; al reconocimiento de la diferencia sexual; el acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación; el de participación ciudadana en las decisiones políticas. Y, en suma, el derecho a la emancipación personal y la felicidad.

El otro aspecto particularmente novedoso en la propuesta de Saura es la metodología para el debate social. El primer paso sería la elaboración de un anteproyecto por la ponencia que designe el Parlament. Después, se crearía un foro cívico integrado por asociaciones y representaciones de los movimientos sociales. Este foro y la ponencia parlamentaria formarían una comisión de síntesis que elaboraría una agenda de debate público. Esta agenda se sometería a debate ciudadano en audiencias públicas, en las que se habilitaría un procedimiento para realizar propuestas. La comisión de síntesis realizaría una propuesta que el Parlament sometería luego a consulta ciudadana de todo el electorado. Sería después de esta consulta cuando el Parlament debatiría y aprobaría el proyecto. Luego vendría el debate en las Cortes y, por último, el referéndum en Cataluña.

Interdependencia

Tanto debate no debe ocultar, explicó Saura a las 150 personas que acudieron a su conferencia en el Pati Manning, que la única garantía de que prospere la reforma del Estatut es que tenga un elevado consenso social. "Una de las peores herencias del pujolismo es", afirmó, "que ha hecho creer a mucha gente que CiU es la única fuerza que defiende los intereses de Cataluña". La realidad es otra, aseguró Saura, convencido de que ni CiU en solitario, ni los socialistas, pueden lograr que se apruebe la reforma del Estatut.

Entre los argumentos para la reforma Saura no olvidó incluir también que Cataluña necesita el reconocimiento como nación. Sostuvo que este reconocimiento y el del carácter plurinacional del Estado español, fueron incluidos en la Constitución de forma insuficiente, lo que ha permitido que luego no tenga apenas efectos prácticos. A la hora de definir su modelo en pocas palabras lo hizo así: "No es una propuesta de independencia, sino para regular la interdependencia".

Saura dijo que para que pueda haber nuevo estatuto no debe haber mayoría absoluta del PP en las Cortes. Pero advirtió que no es el único osbtáculo. "También es un osbtáculo la instrumentación partidista de este asunto", dijo, "porque impide el consenso. El líder de ICV afirmó que su propuesta es "un punto de encuentro" entre las formuladas por los demás partidos.