Los activistas contra la globalización llevan sus protestas a México

El activismo contra la globalización confluye masivamente en Cancún contra la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y las posiciones de Estados Unidos y la Unión Europea, que recibirán fuego graneado. Medio centenar de organizaciones y decenas de miles de campesinos, indigenistas, sindicalistas o rebeldes de diversa condición, de anarquistas italianos a sociólogos norteamericanos, denunciarán el actual orden internacional. Probablemente, el presidente Bush y la invasión de Irak serán la diana de las críticas.

Es obsceno que los países ricos reserven sus impuestos más altos para productos de los países en desarrollo

Un fracaso en Cancún aceleraría el regionalismo, el bilateralismo y los juegos de poder unilaterales

El objetivo de las autoridades mexicanas, que han convertido en un búnker el tramo de la costa caribeña donde se sitúa el enclave turístico, es evitar la violencia registrada durante la reunión de la OMC de 1999, en Seattle. Las manifestaciones serán diarias, pero su acceso hasta el Centro de Convenciones y a los ministros de Comercio de 146 países, casi imposible. Lo impedirán miles de policías. Dos barcos de la Marina de Guerra patrullan las aguas de la delgada franja de palmerales, tomada por decenas de hoteles de turistas, propiedad de multinacionales, que alojarán a más de 6.000 delegados, funcionarios y periodistas.

Las demostraciones públicas y corte de avenidas, los conciertos, el Foro de los Pueblos y los debates sobre las subvenciones e impuestos establecidos a los países subdesarrollados por el mundo industrializado llenarán el programa de los globalifóbicos y de las organizaciones no gubernamentales más radicales. Podrán liberar su ira en los lugares dispuestos al efecto por la alcaldía: gimnasios, teatros, parques o plazas, según comunicó José Eduardo Galaviz, secretario del Ayuntamiento.

Dirigentes de algunos de los frentes antiglobalización apuestan por las discusiones y protestas civilizadas, ajenas a las revueltas de Seattle y a la violencia de 2001 en Génova, durante una reunión del Grupo de los Ocho, en la que un policía mató a tiros un manifestante. "La gente ha aprendido. No queremos que el centro de la noticia sean ventanas rotas o la brutalidad de la policía. Queremos hablar sobre el tema, que la OMC es una idea fracasada", declaró Ronnie Cummins, fundador de la Asociación de Consumidores Orgánicos, con sede en Estados Unidos. Otros altermundistas creen que sólo las ventanas y las cabezas rotas atraerán los titulares de la prensa y despertarán las conciencias.

Fuentes oficiales sostienen que el 90% de las decenas de organizaciones participantes protestarán pacíficamente, "pero hay grupitos que llegan buscando la agresión. No caeremos en la provocación".

El activismo llega a Cancún preguntándose si es justo que una vaca europea reciba 2,50 dólares diarios en subsidios mientras la mitad de la población del planeta Tierra sobrevive con menos de dos dólares al día. La vaca japonesa, más mimada, recibe 7,5 dólares, según el Banco Mundial. Las naciones desarrolladas, apuntan las ONG, dedican cerca de 300.000 millones de dólares anuales en subsidios agrícolas: seis veces más que su asistencia a los países pobres.

Sólo EE UU canaliza más de 3.000 millones de dólares al año en subsidios a sus productores de algodón, tres veces más que su asistencia a África. "Las reglas del comercio agrícola están entre las más distorsionadas en el mundo porque hay poderosos intereses políticos en el mundo desarrollado", de acuerdo con un informe del Carnegie Endowment for International Peace, con sede en Washington.

Las organizaciones campesinas mexicanas aportarán buena parte de los contingentes sublevados contra la OMC: cerca de 15.000 personas, calculan sus dirigentes. Representantes de 26 grupos anuncian una marcha mañana, miércoles, en demanda de equidad comercial, vida digna y "soberanía alimentaria". El 70% de los habitantes de los países pobres vive del campo. "Vamos a expresarnos enérgicamente, a protestar, pero sobre todo vamos a proponer", adelantó Max Correa, coordinador del Congreso Agrario Permanente. Durante tres horas, coincidiendo con la apertura de las sesiones, los agricultores bloquearán los puentes que enlazan Ciudad Juárez, en México, con El Paso, en Tejas. "El tema de la agricultura no debe ser discutido en organismos como la OMC", subrayó Alberto Gómez, dirigente del grupo El Campo no Aguanta Más.