Gasol y Navarro noquean a Rusia
España neutraliza a Kirilenko y la pegada de Pau y 'La Bomba' desborda a los rusos
Gasol y Navarro destrozaron a la selección rusa con un recital de poderío anotador, desparpajo y autoridad que anonadó a Kirilenko y a los suyos. El resto del equipo español se hizo fuerte en defensa y se puso al servicio de su pareja de líderes. El engranaje funcionó a las mil maravillas. Rusia, que tan buena impresión había causado venciendo el viernes a Serbia por 15 puntos, quedó fuera de escena en un periquete.
Los rusos, pese a todo, salvaron los muebles cuando el seleccionador Moncho López decidió echar mano del equipo reserva durante los últimos minutos. La diferencia de puntos no era banal. Cada uno valía su peso en oro. Era trascendental vencer por cuantos más fuera posible porque, de perder hoy ante Serbia, se daría un triple empate. Los 24 puntos de botín que atesoraba España a tres minutos para el final (58-82), quedaron reducidos a 12 (77-89). El colchón para el partido de hoy ante Serbia se aflojó aunque todavía es importante. Aún perdiendo por 9 puntos, España sería primera del grupo C, con lo que se clasificaría directamente para los cuartos de final. Si fuera derrotada por una diferencia de entre 9 y 13 puntos sería segunda y jugaría el cruce de octavos de final mañana en Sodertalje. Si la desventaja fuera mayor, concluiría en el tercer puesto y debería afrontar el gran inconveniente de jugar ese cruce de octavos de final en Boras, a más de 400 kilómetros de Sodertalje.
ESPAÑA 8 - RUSIA 77
España: Calderón (4), Navarro (20), Jiménez (2), Garbajosa (3), Gasol (35); De la Fuente (2), Marco (13), Grimau (2), Felipe Reyes (3), Herreros (4), Bueno (1) y Alfonso Reyes (0).
Rusia: Karassev (8), Koubrakov (3), Monia (11), Kirilenko (26), Soloviev (2); Likholitov (11), Pashutine (6), Khriapa (7) y Samoilenko (3).
Parciales: 18-31, 23-20, 11-17 y 25-21.
Árbitros: Gasperin (Francia) y Kolar (Eslovenia). Eliminados por faltas: Soloviev (m.27), Likholitov (m.28), Felipe Reyes (m.29) y Calderón (m.39).
Pabellón Scaniarinken de Sodertalje. Unos 4.500 espectadores.
Sumas y restas al margen, la actuación del equipo español no dejó margen para la duda. Su listón está muy alto. Existían temores sobre si iba a ser capaz de neutralizar a Kirilenko, el ala-pívot de Utah Jazz y líder de la selección rusa, que el día anterior desquició a la defensa serbia. Y también a Likholitov, un pívot que impresionó lo suyo. Sin embargo, bastó el ejercicio austero y abnegado, como siempre, de Garbajosa, con algunas ayudas de Jiménez para reducir casi a la nada los desperfectos que pudiera causar el zar del baloncesto ruso, que tras el tercer cuarto sólo sumaba ocho puntos. Sólo con el partido ya totalmente decidido y especialmente cuando Garbajosa se fue al banco, subió vertiginosamente la cuenta hasta los 26 tantos.
Pero antes de ello, Gasol ya había frustrado a los rusos. Sus dos primeros cuartos fueron antológicos, un monólogo, sólo aderezado por Navarro. En ellos, el pívot de los Grizzlies anotó 31 de los 35 puntos con los que cerró su estadística, completada con seis rebotes y un 78% de acierto en el tiro. Los rusos trataron de comerle la moral. Pero Gasol les devolvió con creces cada uno de los golpes de efecto que intentaron. Si Kirilenko le ponía un gorro, de legalidad más que dudosa, Pau se desquitaba con un mate y un gesto desafiante. Si el que hacía el mate era Khriapa, Gasol no tardaba ni un abrir y cerrar de ojos en repetir la acción en la canasta rusa. Kirilenko lo admiraba desde el banquillo mientras tomaba resuello y el seleccionador ruso repetía el gesto de impotencia una y otra vez echándose las manos la cabeza.
La descomunal producción ofensiva de España en el primer cuarto, 31 puntos, desarboló a los rusos. Navarro hizo honor a su apodo, La Bomba, y secundó al imparable Gasol, su amigo, con el que comparte habitación y con el se entiende a las mil maravillas. Los rusos cambiaron se volvieron locos sin resultado buscando la asignación defensiva sobre Gasol. Era imparable. Ni siquiera rodeándolo con tres defensores bajo la botella lograron desactivarle.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.