Todo un equipazo

Mucho Gasol, mucho Navarro, pero sobre todo ¡qué gran trabajo de equipo! España pasó por encima a Rusia disparando las ya enormes expectativas realizando todo un elogio del esfuerzo colectivo bien entendido. Todo lo contrario que su adversario, un grupo de físicos privilegiados, pero donde reina la anarquía hasta el punto de tirar por la borda buena parte del talento que atesoran individualmente.

Fue la lucha de la organización contra el desorden, de un equipo donde todo el mundo tiene su sitio y su momento ante otro en donde resultaba difícil saber a qué jugaba cada uno. Rusia hace de una gran virtud de sus jugadores como es la polivalencia su gran defecto, pues al final casi nadie cumple con una función positiva para el grupo. Deberían tomar nota de la selección española. El equipo de Moncho López dio toda una lección de aprovechamiento de lo que tiene, que es mucho. Empezando por las estrellas, siguiendo por los actores secundarios y terminando por esos que aparecen en un par de escenas pero que luego siempre te acuerdas de ellos.

Comenzaron Gasol y Navarro, como debe ser. Es obligación de los grandes jugadores presentarse puntualmente en los días importantes. La puesta en escena de ambos fue maravillosa, y lógicamente esto tiene un efecto tranquilizador y motivador para el resto del grupo. Si ves que tus líderes están concentrados y acertados, la confianza sube como la espuma. En el caso de Gasol era eso y mucho más. En el primer tiempo asistimos atónitos a una de las mayores exhibiciones de poderío que se recuerda en un jugador de la selección. Su dominio fue asombroso ante la desesperación rusa y el orgullo de todos, sabedores que estamos viviendo y disfrutando con la carrera del que tiene todas las papeletas para convertirse en el mejor jugador de la historia.

Pero para que Gasol juegue a sus anchas, tiene que funcionar un abrelatas ideal que se llama Navarro. Que lo hizo y muy bien. Y para que lo que hacen estos dos en ataque tenga su reflejo en la cuenta de resultados, tiene que haber un tipo silencioso apellidado Garbajosa que coja a Kirilenko, todo un titular de la NBA que viene de machacar a Serbia y le mande a la ducha desesperado porque no se ha comido un rosco. Y para que todo funcione, resulta básico que alguien dirija el cotarro, lo que hicieron convenientemente Calderón y Marco, pareja complementaria muy aprovechable. Un equipo es un complicado ajuste de piezas y tareas, y hasta ahora España ha demostrado que su maquinaria está muy bien engrasada. Hoy será el turno de los grandes titulares para Gasol, que sin duda los merece, pero siempre viene bien recordar que a esto se juega en equipo. España lo hizo y Rusia no.