Corre bien y es austero

La renovación del Punto actualiza su imagen y mejora el funcionamiento mecánico y el equipamiento, pero sobre todo sirve para presentar el motor 1.3 16v. Multijet, un miniturbodiésel que demuestra la capacidad de evolución de estas mecánicas.

Prestaciones y bajo consumo

El nuevo propulsor es un turbodiésel muy moderno y avanzado que sorprende por su rendimiento. Para empezar, tiene unas medidas compactas y apenas pesa 130 kilos. Además incluye culata de 16 válvulas y el sistema de inyección Multijet con raíl común de segunda generación, que inyecta el gasóleo en cinco fases, frente a las dos actuales. Y a pesar de sus escasos 1.251cc, ofrece 70 CV y una fuerza de empuje sorprendente.

Con esta mecánica, el Punto se mueve con agilidad y nervio en ciudad, y llanea muy bien y permite viajar a buen ritmo sin perder apenas velocidad, ni siquiera en las subidas. Pero lo que más llama la atención es que, a pesar de su baja cilindrada, responde con gran soltura al adelantar y se recupera muy bien en las marchas largas. Sólo le falta algo de progresividad porque, aunque de 1.000 a 2.000 vueltas responde con elasticidad, a partir de 2.000 la potencia llega con cierta brusquedad y resta confort a la conducción, sobre todo en ciudad. Después se estira hasta las 4.500 revoluciones con la mayor naturalidad y va enlazando las marchas sin perder nunca el ritmo. Ayudan mucho los desarrollos del cambio, con las primeras marchas cortas, aunque el accionamiento es lento e impreciso.

Pero si las prestaciones son muy buenas para un motor tan pequeño, su calidad y eficiencia se confirman con unas emisiones y consumos excelentes que lo sitúan entre los utilitarios más austeros: apenas gasta cinco litros a ritmos legales y es difícil llegar a siete, tanto en conducción rápida como en ciudad. Las emisiones de CO2 (119 gramos/kilómetro) son casi de coche híbrido (los modelos con dos motores, uno normal y otro eléctrico).

Estabilidad correcta

El comportamiento dinámico es similar al del Punto anterior. Mantiene la dirección asistida eléctrica, con dos programas que se seleccionan con un botón: uno más blando para ciudad y maniobras, y otro más rápido y preciso para carretera. Ofrece una buena estabilidad, aunque sin destacar, con un tacto agradable, un balanceo comedido en las curvas y una gran facilidad de conducción. El aplomo en carreteras rápidas es mejorable, pero se agarra bien y cuenta con unos buenos frenos que incluyen el ABS de serie en toda la gama y paran sin desequilibrios. El control de estabilidad ESP sólo se ofrece de momento en las versiones más potentes.

Por lo demás, las suspensiones absorben bien, pero son algo secas en pisos malos. Y aunque el motor es silencioso y apenas se oye en ciudad, en carretera resulta algo rumoroso y se acusan ruidos aerodinámicos y de rodadura.