Un mosaico sobre la pérdida de la esperanza

La única película que Hollywood ha enviado a competir en la Mostra tiene el sello de un mexicano, Alejandro González Iñárritu, quien se ha rodeado de un puñado de grandes actores, Benicio del Toro y Sean Penn entre otros, protagonistas de 21 gramos. El guión se escribió inicialmente en castellano y fue pensado para actores mexicanos (como Amores perros), pero durante los tres años de elaboración de la historia surgió la financiación por parte de Universal International Pictures.

Para el director, su buena suerte en Hollywood no cambia en nada su visión del cine de calidad. "He decidido hacer 21 gramos en inglés porque he tenido la oportunidad de contar con un reparto fantástico: una francesa (Charlotte Gainsborough), una australiana (Naomi Watts), un estadounidense (Sean Penn) y un puertorriqueño (Benicio del Toro). Me considero un director universal y los filmes que compiten en La Mostra no pertenecen a ningún país en particular, son universales. El cine no tiene nacionalidad".

Del Toro y Penn no hicieron otra cosa ayer en la conferencia de prensa que destacar las cualidades del cineasta mexicano. Penn define a González Iñárritu como "un director con un buen ojo, lleno de talento y meticuloso". Durante el rodaje, hubo siempre una gran comunicación con "el jefe" y poco espacio para la improvisación. Para Del Toro, la experiencia con González Iñárritu "ha sido intensa y enriquecedora, pues como actor he tratado de hacer lo mejor en una historia muy dura".

Por más cruel que pueda ser 21 gramos, González Iñárritu ha querido dar un mensaje positivo. "Éste es un filme sobre la pérdida de la esperanza. Cuando se piensa que no hay salida no es posible continuar con la droga y si la realidad es triste es necesario vencer las adversidades para encontrarse con uno mismo, como una especie de redención".

El guionista, Guillermo Arriaga (autor también de Amores perros), agrega: "Queríamos hablar de la esperanza en tiempos malos como los que vivimos. Todos los personajes han salido de diferentes infiernos para pasar a una especie de paraíso".

Para ello, González Iñárritu ha empleado una estructura "de mosaico" en la cual las vidas de los tres protagonistas se mezclan y poco a poco el espectador descubre la verdad. "He querido que el público participe y arme la historia. Vivimos en un mundo fragmentado, de repente estamos conectados al ordenador y al mismo tiempo al teléfono".

Documental español

Por otra parte, José Luis López-Linares presentó ayer, en la sección Nuevos Territorios, el documental Un instante en la vida ajena, una reconstrucción de las escenas familiares rodadas por Madronita Andreu. Se trata de un resumen de 50 horas de material filmado por Andreu resumidas en 80 minutos. Para ella, ha dicho López-Linares, el cine representaba la oportunidad de capturar los momentos bonitos de la vida.