El PRI mexicano se divide ante las reformas del presidente Fox
Las nuevas pugnas registradas en el opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), mayoría relativa en el Congreso, probablemente frenarán la aprobación parlamentaria de las reformas estructurales, fundamentalmente la fiscal, energética y laboral, propuestas por el Gobierno. Tras la tercera rendición de cuentas del presidente, Vicente Fox, el discurso de la secretaria del PRI, Elba Esther Gordillo, jefa de los diputados priístas, fue calificado de "entreguista" por el sector de su adversario en el hemiciclo Manlio Fabio Beltrones, ex gobernador de Sonora, y líder de la Confederación de Organizaciones Populares (COP). "No lo asumo", precisó Beltrones.
"Erróneamente se insiste en que la única vía para tomar decisiones desde el Congreso es por consenso", había manifestado Gordillo, cuya nueva función legislativa, y su liderazgo sobre el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el principal de América Latina, le aportan una considerable influencia. El presidente del partido, Roberto Madrazo, vigilante, maniobra para calmar los ánimos. Después de relegar la importancia de "los consensos", La maestra, sobrenombre con que se conoce a Gordillo, instó a construir "mayorías", infiriéndose de sus palabras una posible división priísta en la votación de determinadas reformas.
La nueva Cámara de Diputados, con 500 escaños, está compuesta por 223 diputados del PRI -cerca de 100 controlados por Beltrones-, 154 del oficialista y conservador Partido de Acción Nacional (PAN), 96 del Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda, 17 del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), 6 del Partido del Trabajo (PT) y 5 de Convergencia.
"Parálisis" política
Alba Esther Gordillo dijo que piensa más en el país que en el partido, y esa reflexión irritó al sector de Beltrones, opuesto a las reformas en los términos pretendidos por el Ejecutivo. "Pareciera que nosotros no pensamos en México. Lo hacemos pero a través del partido", agrega el colaborador consultado. Durante su discurso, atribuyó al enroque de poderes la inexistencia de avances sustantivos durante el primer trienio de Fox. "Hay una parálisis", afirmó Gordillo. "Desde el Congreso, la parálisis es del Gobierno; desde el Gobierno, la parálisis es del Congreso. Reconozcamos de una vez que la parálisis es de ambos".
El grupo de Beltrones, nada proclive a la progresiva privatización de los monopolios públicos, endosa a la ex jefa sindical decisiones verticales, sin consultas previas: entre ellas la orientación de su discurso. "Maestra, ¿eso quieres que apoyemos?", le gritó un diputado de su partido después de que Fox hubiera concluido su rendición de cuentas.
El concurso del PRI es imprescindible para la aprobación de las reformas que Fox cree necesarias para reactivar el crecimiento económico, que este año no pasará de dos puntos, y para aumentar los ingresos tributarios y las inversiones en la infraestructura energética.
