La salida de Rajoy obliga a Aznar a una reforma inmediata del Gobierno

El presidente del Gobierno, José María Aznar, y su sucesor como candidato en las elecciones de 2004, Mariano Rajoy, debatieron durante todo el día de ayer en la finca estatal de Quintos de Mora (Toledo) los retoques que la salida del segundo obliga a hacer en el Ejecutivo y en el PP. Los cambios serán anunciados tras la votación de Rajoy como candidato y nuevo secretario general del PP en las reuniones que hoy y mañana celebrarán el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva del partido. El Gobierno vasco ha acogido con "expectativas" la designación de Rajoy, ya que considera que su talante puede facilitar el diálogo si tiene autonomía de Aznar.

Aznar y Rajoy han dedicado el fin de semana a ultimar el reajuste de Gobierno. La principal vacante que tenían que resolver era la del portavoz, ministro de la Presidencia y vicepresidente primero, cargos que acumulaba Rajoy. La hipótesis de que Jaime Mayor Oreja regrese al Ejecutivo para cubrir esas áreas pierde peso. El líder del PP vasco, según sus próximos, prefiere seguir en Euskadi. El ex ministro habría soslayado una insinuación de Aznar para regresar al Gabinete.

Fuentes del PP y de La Moncloa, sin embargo, sí daban verosimilitud a la hipótesis de que el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, pudiera asumir la función de portavoz del Gobierno e incluso la vicepresidencia, toda vez que ha tenido que ceder a Rajoy la secretaría general del partido. La remodelación del Gobierno, en todo caso, pasa por decidir si habrá uno o dos vicepresidentes -es decir, si Aznar cubrirá, sólo por unos meses, la vicepresidencia primera- y buscar un sustituto para Josep Piqué, que deja el Ejecutivo para concurrir en las elecciones catalanas.

El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió ayer a Rajoy de que "la carrera de verdad" empieza ahora, y añadió que el candidato, por el momento, sólo ha tenido un mérito: "Decir sí a Aznar en todo".