Humanos de segunda

Detenciones masivas por tiempo ilimitado, bolsas de papel en la cabeza, manos atadas a la espalda con cuerdas de plástico, interrogatorios en lugares secretos... ¿Quiénes son sus autores? No, no son los militares de la época de las dictaduras argentina o chilena, no es el Gobierno de Fidel Castro, tampoco se refiere a la actuación del sanguinario Sadam, estamos ante la actuación del Ejército del país más democrático del mundo.

¿Cómo hemos podido llegar a esta situación, en la que el Gobierno de Bush y compañía pueden actuar violando flagrantemente todo derecho humano sin un atisbo de vergüenza que les haga tratar de disimularlo, ocultarlo a los ojos de todos nosotros? Al contrario, aparece en la prensa todo tipo de información al respecto, ilustrada con fotografías que, aunque parecen sacadas de una película de torturadores, reflejan esa realidad con todo lujo de detalles.

Yo no tengo estómago, ni corazón, ni cabeza, ni ningún órgano o víscera en mi cuerpo que no se revuelva ante ello. Y ya no sé si es peor el hecho de que se cometan esas atrocidades o el que todos permanezcamos impasibles ante ello.

¿Cuánto tiempo llevan enjaulados en Guantánamo, en similares condiciones y sin que hayan tenido un juicio justo, los malvados talibanes que les ponían burkas a las mujeres?

Que se preparen los iraquíes detenidos que sólo llevan unos días. En España cualquier detenido ha de pasar a disposición judicial en el plazo máximo de 72 horas o puesto en libertad. En EE UU desconozco el plazo exacto, pero seguro que no es ilimitado. ¿Son los talibanes o los iraquíes menos humanos que los españoles y los estadounidenses? ¿La Declaración Universal de Derechos Humanos sólo es para los humanos de determinadas partes del mundo? La respuesta a estas preguntas es, obviamente, no. La única explicación posible es que EE UU es dueño y señor del universo y todos los demás (incluidos usted y yo) sus esclavos, y además, unos cobardes.