Más de 40.000 personas acuden al popular Aquelarre de Cervera
La alta participación y la ausencia de incidentes marcaron la convocatoria
La ciudad de Cervera (Segarra) ha vuelto a ser este fin de semana la capital de la magia, el esoterismo y la brujería con la celebración del popular Aquelarre, que ha reunido a más de 40.000 personas. El gran pratagonista ha sido un año más el Mascle Cabró (Macho Cabrío) y todo su séquito diabólico. La participación de miles de jóvenes de toda Cataluña, y la ausencia de incidentes han sido las notas más destacadas de la cita.
Los actos se iniciaron el viernes con L'encesa del campanar, un espectáculo pirotécnico que se celebró en la zona de la plaza Major, la Paeria y la iglesia de Santa Maria, al que asistieron unas 1.500 personas.
El plato fuerte llegó el sábado por la noche con el correfoc y la invocación al Mascle Cabró. Un total de 225 actores y comparsas pertenecientes a los Diables Carranquers y Els Bombollers, así como a los Diables de Badalona, los Grallers Germanor de Lleida y el grupo Unicornis de Esplugues de Llobregat, con la presencia del Bestiari cerverino, integraron el pasacalle, que recorrió el casco antiguo de Cervera. Mientras, en cinco escenarios diferentes, se iban desarollando los espectáculos de La Salseta del Poble Sec, Hotel Brutícia, Distrets, Kannon, Maria de Magdala, Arc Blanc, Mig Maig y Brams, entre otros.
Pero la apoteosis de la fiesta llegó con la aparición, hacia las cuatro de la madrugada, del Mascle Cabró, que fue recibido por un grupo de brujas y demonios en un espectáculo de fuego y pirotécnia en el que se quemaron más de 4.000 petardos y donde se dieron cita, ya de forma tradicional, los episodios del Ball de la Polla, L'Escorreguda y El Foqueral. A la salida del sol un grupo de brujas arrojó hierbas aromáticas para transmitir a los asistentes energía y suerte para todo el año.
Espectáculo infantil
El Aquelarre también tiene un espacio dedicado a los más pequeños, el Aquelarret, en el que participaron el sábado por la tarde unos 150 niños y jóvenes, en un acto que ya cumple su sexta edición y que es un prólogo del acto central de la fiesta, que se lleva a cabo en la madrugada del sábado al domingo. El pasacalle de los más pequeños, que recorrió las calles que van desde la plaza de la Estació hasta el centro histórico de la ciudad, fue seguido por unas 10.000 personas. Los niños lucían unos disfraces demoniacos que ellos mismos se habían fabricado días antes.
A última hora de ayer también se clausuró con un notable éxito la VI Fira del Gran Boc, un singular mercado de productos esotéricos y naturales que se celebró en el recinto de la Universidad de Cervera y que acogió a medio centenar de comerciantes y artesanos. En esta edición se dieron cita la popular vidente Mariló Casals, Joaquim Teixidó y Sebastià d'Arbó, entre otros.
El alcalde de Cervera, Salvador Bordes, no dudó en calificar la actual convocatoria como "una de las mejores ediciones del Aquelarre, que ha contado con dos aspectos importantes, como son la alta participación y la falta de incidentes". El Aquelarre nació en 1978, impulsado por la Asamblea de Jóvenes, que decidió organizar su propia fiesta en el emblemático callejón de las Brujas (siglo XIII) con un desfile de 225 actores pertenecientes a diferentes grupos de Diablos.
