"¿Dónde estaremos mañana?"

"Aquí sopla muy fuerte el viento del Norte. Supongo que arrastró nuestro pueblo y lo movió 20 kilómetros". Ana Lozano es la alcaldesa de la pequeña localidad de El Altazar, situada a 82 kilómetros de la capital. Al menos eso creen ella y sus vecinos. Pero según el Anuario Estadístico de la Comunidad, el pueblo se ha desplazado 17 kilómetros desde 1985 hasta hoy. Hace 18 años, El Altazar se situaba a 65 kilómetros de Madrid, según el anuario oficial, mientras que en 2003 la distancia es de 82 kilómetros.

Pero el movimiento ha sido aún mayor en otros municipios. San Martín de la Vega, por ejemplo, ha visto cómo la Comunidad de Madrid lo enviaba directamente a la provincia de Toledo, al situarlo 46 kilómetros más alejado de lo que en realidad está. De los 22 kilómetros que separaban el pueblo de la capital en 1985 -una cifra más aproximada a la realidad- se ha pasado a 68. Y eso que desde el Ayuntamiento de San Martín de la Vega insisten en que no existe ningún interés en convertirse en un municipio manchego.

En 1929 el estadounidense Edwin Hubbel observó una velocidad de separación de las galaxias que evidenciaba que el Universo se estaba expandiendo. En 1915, el astrónomo y meteorólogo alemán Alfred Wegener afirmó que los continentes en el pasado geológico estuvieron unidos en un único continente que posteriormente se habría disgregado. Las teorías de Hubbel y Wegener podrían aplicarse a la expansión de los pueblos madrileños, pero la Consejería de Economía no tiene explicación para su lógica estadística. Un portavoz de la Consejería de Obras Públicas apuntó la posibilidad de que los términos municipales hayan cambiado o que las nuevas carreteras hayan alterado las distancias entre los pueblos y la capital.

En la localidad serrana de Rascafría, autoridades y lugareños coinciden en no haber detectado ningún terremoto ni corrimiento de tierras que haya podido acercar sus casas a sólo 73 kilómetros de Madrid, cuando en 1985 estaban 21 kilómetros más lejos. El trayecto en coche por la N-I hasta el pueblo devuelve la razón a los datos de 1985, y demuestra que Rascafría está más lejos de lo que algunos desearían.

Las cifras bailan en las distancias entre la capital y los municipios de la región que recoge el anuario. Son muy pocos los pueblos que permanecen a la misma distancia ahora que hace 18 años. Los diferenciales varían entre los más modestos, que se han aproximado o alejado uno o dos kilómetros, hasta los 46 que se ha separado San Martín de la Vega de la capital.

En un tono más serio, algunos aprovechan para llamar la atención de forma simbólica sobre el abismo que separa Madrid de los pequeños pueblos que abundan en la región. Tal es el caso de San Martín de Valdeiglesias, que el anuario aproxima a sólo 32 kilómetros, cuando en realidad está a 67. Su alcalde, José Luis García Sánchez, ironiza: "Por lo menos, al final hemos conseguido acercar el pueblo a Madrid, aunque sea por error". El municipio ha sido uno de los más afectados por la oleada de incendios forestales que han sacudido la región en el último verano. Por eso, García Sánchez vuelve a echar mano de la mordacidad: "A pesar de los fuegos, todavía no tenemos planteado trasladarnos. Creo que por el momento seguiremos aquí, lindando con Ávila y Toledo".

En la edición de este año del Anuario Estadístico de la Comunidad, las distancias de los pueblos a Madrid siguen siendo las mismas que en 1998. Pero nadie asegura que eso vaya a seguir así en los próximos años.

Los datos de la Comunidad pueden consultarse en la página web www.madrid.org/iestadis, en el apartado de Condiciones Ambientales-Territorio y Climatología. Pero en ningún momento se explica por qué se produce esta situación; si se debe a una extraña y desconocida ley física o a un simple fallo estadístico. La Consejería de Economía, de la que depende el Departamento de Estadística, no da explicaciones.

A falta de datos, los habitantes de estos municipios tendrán que conformarse con la máxima que el alcalde y presidente de la Comunidad en funciones, Alberto Ruiz-Gallardón, aplica en cada una de las inauguraciones: "La distancia no se mide en kilómetros, sino en tiempo".