El opositor guineano Severo Moto forma un Gobierno en el exilio

La oposición en el exilio de Guinea Ecuatorial dio ayer un salto hacia delante al anunciar la creación de un Gobierno paralelo en Madrid con el compromiso de constituirse en el eje de una futura transición democrática en ese país. En una ceremonia cargada de simbolismos que tuvo lugar en un lujoso hotel madrileño, Severo Moto, líder del Partido del Progreso, fue proclamado, con el apoyo de los jefes de otros dos partidos guineanos, presidente en el exilio. "Asumimos el compromiso de mañana ser Gobierno de transición y una alternativa para las próximas elecciones", señaló Moto.

Con su gabinete de ministros detrás y las banderas española y guineana a su derecha y a su izquierda, Severo Moto anunció su programa de transición. En lo que respecta a la economía, los contratos con las empresas petroleras -materia prima que ha convertido al país en una de las promesas del continente-, "no serán modificados", dijo, aunque añadió: "Las empresas nos han comunicado su descontento con la falta de seguridad jurídica en Guinea".

Amenazas a Plácido Micó

El proclamado Gobierno en el exilio se plantea un "aterrizaje" en Guinea a corto plazo, aunque sin fechas definidas. "Liberaremos a los presos políticos, anularemos la pena de muerte y abriremos una causa contra Obiang", detalló.

Por su parte, Plácido Micó, líder de la oposición en Guinea, relativizó la propuesta. "No supone nada para los que estamos sufriendo la dictadura en el país, no tiene utilidad para la democratización", afirmó Micó desde la localidad guineana de Mbini. Micó, recientemente liberado tras más de un año de prisión, ha denunciado amenazas por parte del presidente Teodoro Obiang.

"Me ha acusado de golpista y ha dicho que iba por el mismo camino que Ndong, un opositor muerto en los setenta tras ser acusado de atentar contra el presidente", afirmó.

Esta semana Gobierno y oposición han participado en un encuentro para la reforma de algunas leyes ante las legislativas de 2004. "El Gobierno rechazó la discusión y no ha permitido ningún cambio", dijo Micó. "Es penoso que esto se organice sólo para engañar a la comunidad internacional".