El PSOE pide a sus militantes que exijan las cuentas de la fundación de García Marcos
La ex edil socialista argumenta ahora que pidió una prórroga para cumplir los plazos legales
La secretaria de Organización del PSOE de Málaga, Rosa Torres, conminó ayer por escrito a los miembros del patronato de la fundación Plan de Innovación de Marbella que son militantes socialistas a que exijan la convocatoria de cuantas reuniones sean precisas para aclarar el estado de cuentas de la organización fundada y presidida por Isabel García Marcos, expulsada del partido. García Marcos insistió ayer en que no hay nada incorrecto en el funcionamiento de la fundación y explicó que no ha depositado sus cuentas en el Protectorado de Fundaciones porque solicitó una prórroga a éste el 4 de julio.
En el escrito, enviado por mensajería y con acuse de recibo a los tres patronos de la fundación que son militantes socialistas y a la secretaria técnica, Torres deja claro que la fundación es una entidad "absolutamente ajena y no reconocida por el partido". Pero conmina a quienes mantienen "por el momento" su condición de afiliados a que en "uso de sus responsabilidades y atribuciones que se desprenden de su pertenencia a dicha fundación exijan que inmediatamente se convoquen y celebren cuantas reuniones sean necesarias para dar cumplimiento a las obligaciones determinadas en la legislación sobre fundaciones dependiente del protectorado del Ministerio de Cultura".
Pide además a los tres patronos socialistas que hagan constancia expresa de la petición de dichas reuniones "en aras a determinar claramente la voluntad y la acción de los militantes socialistas para aclarar este asunto". La reacción del partido se ha limitado a enviar este escrito a los tres patronos de la fundación que militan en sus filas. Ningún dirigente quiso ayer pronunciarse ni hablar tampoco con ninguno de los tres miembros de la fundación.
El Protectorado de Fundaciones es el órgano que vela porque estas organizaciones, que gozan de un régimen fiscal especial, apliquen sus recursos económicos a sus fines fundacionales. La legislación establece que en los seis meses siguientes a cada ejercicio los patronatos de las fundaciones aprueben sus cuentas anuales y las depositen antes del 10 de julio en el Protectorado.
Prórroga
La fundación Plan Innovación de Marbella no ha cumplido este trámite en plazo, pero según García Marcos no hay ninguna vulneración de la legalidad porque el 4 de julio pidió una prórroga al Protectorado. La actualmente primera teniente de alcalde de Marbella omitió esta circunstancia cuando un día antes fue preguntada por este diario por las razones por las que la fundación que preside no había sometido sus cuentas a la aprobación del patronato, ni las había depositado en fecha, que entonces achacó a falta de tiempo y a la renuncia del secretario que obligaba a nombrar un sustituto antes de convocar una sesión del patronato para aprobarlas. La dimisión de Jaime Olcina no se produjo hasta el 19 de agosto.
En un comunicado, García Marcos informó también de que el pasado 24 de julio la fundación presentó en la Agencia Tributaria la declaración del impuesto de sociedades del año 2002 "en cuyos formularios se reflejan las cuentas anuales" y adjuntó una fotocopia del resguardo de entrega con su correspondiente sello de registro.
La concejal insiste en no dar detalle sobre las cuentas de la fundación hasta que éstas se aprueben en el patronato rector y queden depositadas en el Protectorado de Fundaciones, momento en el que serán públicas.
García Marcos aseguró que todos los miembros de la fundación tienen a su disposición la contabilidad, algo que han negado dos de los patronos, Miguel Ángel Saiz y Jaime Olcina.
Al margen del comunicado, que acompañó de una relación de actividades de la fundación en 2002, García Marcos negó que ningún miembro de la fundación pidiera a Olcina que firmara el acta de una reunión ficticia en la que supuestamente se aprobaron las cuentas, como sostiene éste en su carta de dimisión. Es más, aseguró que dimitió porque ella se lo pidió, algo que tampoco dijo el jueves cuando fue requerida por EL PAÍS, y añadió que "puso en el papel lo que quiso". Y vertió dudas sobre Olcina: "Tuvimos conocimiento a través de empresarios muy importantes de que había trabajado en una serie de sociedades y tenía gravísimos problemas con la justicia y me pareció que no era prudente ni procedente que tocara nada que tuviera que ver con cuentas de la fundación".
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