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Calendario / 29 de agosto de 2000 | HUMOR
Columna
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Sé tú mismo

Prohibido hablar con Ibarretxe. Lo ha dicho Aznar desde Polonia dirigiéndose al PSOE: "Espero que nadie se preste a determinadas maniobras". Parece que fue ayer cuando Aznar hablaba con ETA, y hoy jura que a quien hable con Ibarretxe le suelta los caballos de Bonanza, como Chiquito de la Calzada. Pero no fue ayer, sino hace un año, y ETA rompió la tregua asesinando a políticos del PP y del PSOE, a policías, empresarios y periodistas, mientras que el PNV se resiste a romper con Euskal Herritarrok, que justifica los crímenes, y la unidad de los demócratas ha saltado por los aires: ahora hay nacionalistas y no nacionalistas.

La mitad de los vascos vive entre miedo y amenazas en el único país de Europa donde se mata por razones políticas, pero los políticos pueden estar tranquilos, porque la culpa es del otro. Xabier Arzalluz etiqueta los crímenes: unos le parecen incomprensibles; otros, innecesarios. "Es el jefe de los nazis", dice de él Aznar.

Apenas hace un mes que José Luis Rodríguez Zapatero derrotó por sorpresa a José Bono en el 35º Congreso del PSOE, que empezó como una asamblea de gremlins y acabó como la coronación del Rey Arturo, entre música y pétalos de rosa. A los dos días de ser elegido, Zapatero fue a La Moncloa para ofrecer a Aznar lealtad antiterrorista. Cuentan que, al despedirse de aquella primera entrevista, Zapatero le pidió consejo. Aznar se puso más serio aún (si cabe) y le contestó:

-Sé tú mismo.

Es un poeta. Y un moderno. Ese consejo cabe en un mensaje de teléfono móvil, que es la moda de este verano. Hace cinco años, apenas un millón de españoles tenía móvil. Ya son más de 20 millones. Tenemos uno por cada dos habitantes, y los de nueva generación prometen imagen, Internet, una stock option de Villalonga y el flequillo de Luis Figo, héroe o villano, según sea usted barcelonista, madridista o portugués, que es lo que dice Figo de sí mismo, como si ser extranjero en España garantizara estar al margen de polémicas. Que se lo pregunten a Manuel Pimentel, que dejó el Gobierno tras los sucesos de El Ejido. En el PP explican que las tundas con palos y porras a marroquíes no fueron un brote racista, como piensa toda Europa, sino la natural reacción de la población autóctona ante un crimen cometido por gentes de distinta raza y costumbres.

Jaime Mayor Oreja promete que la nueva Ley de Extranjería, esta vez sí, acabará con los problemas. Además, con la mano que le quede libre desarticulará a ETA, ganará las elecciones vascas y a Arzalluz le dará p'al pelo. Jordi Pujol no comparte la estrategia de "martilleo" contra el PNV, pero ¿a quién le importa lo que diga Pujol? Eso era antes de la mayoría absoluta y la redefinición de España, tarea que Aznar comparte con José Antonio Camacho, que también está en Polonia y medita colocar en la portería a Casillas, un chaval de 19 años. Cuando nació, ETA llevaba años asesinando. Qué pesadilla.

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