Otros tres detenidos por malos tratos a sus parejas

Tres hombres, de entre 33 y 38 años, han sido detenidos en Irún, Bilbao y una localidad de la Navarra Media, acusados de agresiones contra su pareja o ex compañera. Con estos tres arrestos, suman ya ocho los casos de detenidos por violencia conyugal en distintos grados que se han registrado en el País Vasco y Navarra desde el pasado sábado.

Un varon, identificado con las iniciales A.R.G., de 38 años, fue detenido por agentes de la Ertzaintza el pasado martes en su domicilio de Bilbao. Su compañera sentimental había denunciado a la policía vasca que en plena calle había sido golpeada y amenazada de muerte por su novio, quien le había robado la cartilla de ahorro y el teléfono móvil. El detenido también agredió a un anciano que le recriminó su comportamiento.

En Irún, la Ertzaintza detuvo en la madrugada de ayer a S. Z., de 33 años y domiciliado en Elgoibar, acusado de intentar agredir a su ex compañera, de 27 años, y de quebrantar la orden judicial que le prohíbe contactar con la mujer y acercarse a menos de 200 metros de ella. El arresto se produjo después de que una patrulla de seguridad ciudadana interviniera en una pelea callejera. La riña, en la que un hombre resultó herido, comenzó cuando el detenido había intentado agredir a su ex compañera, que se encontraba en ese momento con un grupo de amigos.

El tercer arresto se produjo en una localidad de la Navarra Media no precisada por la Delegación del Gobierno en esa comunidad, donde la Policía Foral detuvo a J.N.S., de 37 años, como presunto autor de un delito de malos tratos físicos y psicológicos y abuso sexual contra su ex esposa. También en este caso el detenido tenía prohibido por una orden judicial dictada en junio acercarse a la mujer, por lo que se le imputa otro delito de quebrantamiento de condena.

Según denunció la víctima, tras la separación matrimonial ha sufrido numerosos episodios de amenazas, malos tratos y abusos sexuales por parte de su ex marido, que generalmente se han producido cuando debía reunirse con él para que sus hijos cumplieran el régimen de visitas establecido en el proceso de separación.