PSC y PSOE coordinan la estrategia de sus campañas electorales

Mientras en la sala de prensa del PSC, situada en el sótano de la sede del partido, Pasqual Maragall atribuía el martes al presidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, la categoría de "peligro para España y adversario de Cataluña", en el tercer piso los comités electorales del PSC y del PSOE coordinaban sus estrategias electorales. Maragall abandonó la reunión, en la que participaba con el primer secretario, José Montilla, y el director de campaña, Miquel Iceta, para acudir a la rueda de prensa. Por el PSOE estaban Jesús Caldera, José Blanco, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón. La convicción común es que van a solaparse las campañas de las elecciones en Madrid y Cataluña.

El rival nacionalista de Maragall en la batalla para la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, restó importancia el martes a la casi coincidencia de las elecciones para la Comunidad de Madrid y el Parlamento catalán. Las de Madrid se celebrarán el 26 de octubre y las de Cataluña el 9 o el 16 de noviembre.

Con esa opinión coincidió ayer Iceta. "No creo que vaya a tener mucha importancia", afirmó. Pero, como Iceta, la cúpula socialista catalana está convencida de que, hasta ahora, los ataques de Aznar a Maragall y sus propuestas, con los que el presidente del Gobierno pretende arremeter contra José Luis Rodríguez Zapatero, han tenido la virtud de situar al candidato del PSC como punto de referencia del debate electoral catalán.

El PSC cree que, con sus ataques, Aznar ha contribuido poderosamente a fijar en la sociedad catalana y española la idea de que, a estas alturas, desaparecido ya Jordi Pujol del escenario a efectos políticos, Maragall es el genuino defensor de los intereses generales de Cataluña.

La percepción entre los socialistas es que la repetición de las elecciones en Madrid es un factor negativo para ellos. Es una incógnita el impacto que vaya a tener en el electorado del PSOE el cambio de bando de los dos diputados tránsfugas.

En cambio, el PSC cree también que la evolución del PSOE en el debate sobre el modelo de Estado es francamente positiva. El punto esencial, en el que Maragall ha tenido también su papel, ha sido la decisión del PSOE de librarse de la tenaza del PP en la política vasca, diferenciando entre la lucha contra ETA y todas las demás cuestiones, por conflictivas que sean.

Una de las consecuencias que ha tenido en Cataluña este cambio del PSOE ha sido dejar a Convergència i Unió (CiU) como único aliado de Aznar. A eso se refirieron ayer el portavoz del PSC en el Parlament, Joaquim Nadal, y el presidente de Iniciativa Verds, Joan Saura. Nadal recordó que CiU y el PP llevan siete años aliados en el Parlament y que eso ha sido posible porque Aznar "quiere un Gobierno catalán sumiso que antes de las elecciones grita mucho pero después actúa de forma subordinada a cambio de nada".

También Saura sostuvo que Mas es la persona menos indicada para descalificar los encontronazos entre Aznar y los socialistas. "Aznar se ha convertido en un ultrasur porque no actúa, ni habla, como un presidente del Gobierno, sino como el representante del ala más dura del PP", afirmó. Frente a esta realidad, agregó Saura, un partido como CiU, que ha gobernado tantos años con el PP, no tiene credibilidad alguna para presentarse como la única fuerza que puede conseguir el aumento del autogobierno de Cataluña.