Sexo con medida
Ya está la Comisión Europea con sus normitas y sus reglamentitos. Ahora prohíben una erección de más de cuatro horas. Pues ya me han estropeado la noche, como dice el chiste del tipo que va a comprar una caja de mil preservativos y le contestan que sólo hay de quinientos. La Viagra se comercializará en septiembre en Europa... con la condición de que el prospecto advierta de que una erección de más de cuatro horas no es normal. La canción de Sabina, según la Comisión Europea, queda así: "Y nos dieron las diez y las once / y las doce y la una / y las dos y las tres / y nos fuimos a urgencias después / porque nada hay tan tieso si no tiene hueso".
Pero la Viagra sólo es para ricos. Ya anunció Miguel Ángel Rodríguez que quien esperara Viagra por la seguridad social a tontas y a locas, se equivocaba. A lo mejor, ahora que lo han cesado se anulan todas sus declaraciones. Sería una pena, porque algunas fueron magníficas: "La Constitución cumple 18 años. Si fuera un chico, podría votar; si fuera chica, se vestiría de largo". "Los catalanes acabarán jugando a las canicas". "Almunia sólo busca hacerse la foto con Aznar". "Eso de 'ahora toca, ahora no toca' que se lo guarde Pujol para él". Ésta fue la última.
-Oye, Jose -parece que dijo Pujol-: este chico no ayuda a la convivencia, y la convivencia, ¿sabes?, es muy importante.
Lo que dicen los nacionalistas va a misa. A Joaquín Almunia le preocupa. No lo de la misa, lo de los nacionalistas. Desde que los socialistas abandonaron el Gobierno vasco, a causa de la Declaración de Estella, Almunia observa un acercamiento del Partido Popular al PNV. Las elecciones vascas de otoño clarificarán el panorama. Han pedido los socialistas vascos que Aznar "sondee" cómo están los ánimos en el entorno de ETA. Sospechan que se está fraguando una tregua. Para el vicepresidente, Francisco Álvarez-Cascos, la sugerencia es una frivolidad, a un año vista de la conmoción por el asesinato de Miguel Ángel Blanco y la movilización popular contra el terrorismo.
Como dicen los cursis: ayer comenzó el nuevo curso político con el discurso de Aznar en Quintanilla de Onésimo. Porque nos hemos acostumbrado, pero no pasarán muchos años antes de que nos preguntemos entre risas: ¿te acuerdas de cuando Aznar se iba a Quintanilla de Onésimo a echar una partida de dominó y después soltaba un discurso? El mensaje de este año es: "Queridos españoles: voy a dialogar". ¡Bieeen! Este año está de buen humor.
Pues los del PSOE... Chico, no sé si van a estar para muchos diálogos. La semana que viene ingresan en prisión José Barrionuevo y Rafael Vera. Lo único que podría impedirlo sería el recurso presentado la semana pasada por el abogado Felipe González. A Josep Borrell no le parece buena idea que González firme el recurso ante el Tribunal Supremo, pero lo respeta. Borrell está todo el rato respetando perraditas que le hacen los demás. Un día de éstos le echarán y dirá: lo respeto. Qué va, es broma. El PSOE es una piña. Ayer mismo hubo una reunión entre la Ejecutiva de Joaquín Almunia y la Oficina del Candidato Josep Borrell para liarse a piñazos y quedarse a gusto, como en los clásicos westerns: "¡Eh, chicos, una pelea!".
No sé si captan la indirecta: la moral del electorado socialista no la levanta ni una sobredosis de Viagra.
