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El consistorio donostiarra aplaza el debate de su declaración por los derechos humanos

Maribel Marín Yarza

Al final no hubo debate. La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de San Sebastián aplazó ayer hasta el próximo 8 de septiembre la aprobación de una declaración institucional por el respeto a la vida y en defensa de la libertad y los derechos humanos. "Algunos partidos políticos entienden que no han dispuesto del tiempo suficiente para elaborar una propuesta propia", dijo el alcalde, Odón Elorza, en alusión a PNV-EA e IU. Sólo el primer edil y el PP pusieron sus documentos sobre la mesa durante la reunión de ayer. La coalición nacionalista e IU tienen 12 días de plazo si quieren hacer lo propio.

"Luego corresponderá a esta alcaldía hacer un documento de síntesis o un encaje de bolillos para ver si es posible que documentos tan diversos puedan encajar y contribuir, al final, a un documento único, en el que todos los grupos se vean reflejados", explicó Elorza. En todo caso, no parece que vaya a ser una tarea fácil. Ya ayer, la portavoz del PP, María San Gil, criticó tras la reunión la declaración del alcalde. "Antes del mundo de color que se desprende de la declaración de Elorza, cargada de muy buenas intenciones pero pocos elementos prácticos", manifestó, "parece razonable que acordemos actuaciones concretas encaminadas a erradicar de la sociedad vasca la intransigencia, el chantaje, el terrorismo y la falta de libertad y pluralidad que muchos donostiarras padecemos".

"Derribar murallas"

El documento del alcalde se sostiene sobre la necesidad de garantizar el derecho a la vida y la dignidad de las personas, en una ciudad azotada por el terrorismo de ETA y el enfrentamiento política. "El Ayuntamiento debe impulsar los procesos de paz (...) aplicando el proyecto San Sebastián, espacio para la Cultura de la Paz (...), amparando a quienes sufren amenazas y guardando la memoria de las víctimas de la violencia y el terrorismo", destaca Elorza en su texto. Para lograrlo, considera necesario "derribar las murallas construidas por las estrategias partidistas" y reestablecer "los valores de la democracia, el diálogo y la concertación entre los gobiernos, los partidos y los agentes sociales".

Precisamente, una de las peticiones que el primer edil lanzó a los grupos del consistorio es que no presenten textos "demasiado partidistas o excluyentes". Para entonces el PP ya había planteado el suyo en la Junta de Portavoces, el mismo que presentó a Elorza cuando comenzaron en junio las negociaciones para un posible pacto de gobierno que finalmente no cuajó.

Los populares plantean un acuerdo de mínimos que parte de la misma tesis -garantizar del derecho a la vida y a la convivencia en libertad- y apuesta por la defensa de la Constitución y el Estatuto de Gernika y el apoyo a las acciones de los tres poderes contra el terrorismo, pero también contra el plan Ibarretxe.

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