El alcalde anuncia la creación de 12 oficinas móviles de la Policía Municipal

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quiere que la policía se acerque a todos los barrios. Por ello, a partir de octubre, 12 oficinas móviles de la Policía Municipal recorrerán los 21 distritos para "ofrecer a los vecinos un servicio descentralizado y próximo", según anunció el regidor. El Ayuntamiento quiere que estas oficinas sirvan para que los vecinos puedan realizar denuncias, incluidas las relativas a la seguridad ciudadana, materia que ahora depende del Cuerpo Nacional de Policía. Por ello, el Consistorio pretende suscribir un acuerdo con la Delegación del Gobierno.

La iniciativa se inscribe dentro de un gran paquete de medidas contra la inseguridad que presentó ayer el alcalde en la inauguración de la sede de la Unidad Integral de la Policía Municipal en Villaverde. Ruiz-Gallardón adelantó también que el Ayuntamiento publicará cada mes un informe de las actuaciones que están llevando a cabo sus agentes.

"Con estos datos", aseveró, "será posible racionalizar los efectivos en función de las necesidades, además de permitir, gracias a su comparación con los datos de la Policía Nacional, la coordinación con este cuerpo".Las oficinas móviles servirán para atender las quejas de los vecinos, que podrán denunciar delitos menores como pequeños robos. Estarán situadas en los puntos más conflictivos de cada distrito. En principio serán 12, aunque el alcalde prevé que lleguen a ser 21, una por cada distrito. Las oficinas contarán con dos agentes que dispondrán de ordenadores para tramitar las denuncias.

Las nuevas medidas anunciadas ayer por el Ayuntamiento pretenden involucrar a la Policía Municipal en la lucha contra la inseguridad. Y eso pasa por un proceso en el que los agentes tendrán que hincar los codos.

A partir septiembre 500 policías, destinados a la recién creada Policía de Barrio, iniciarán un reciclaje profesional para poder afrontar sus nuevas funciones. Para atender a los inmigrantes y a los turistas, los agentes tendrán que asistir a cursos de idiomas. Además, los policías recibirán formación específica sobre asuntos relacionados con la Policía Judicial y las drogas.

"Tenemos la certeza", dijo ayer Ruiz-Gallardón, "de que este nuevo enfoque en la distribución de los agentes municipales hacia labores de seguridad y una mayor presencia policial en las calles nos permitirán atajar los problemas de inseguridad que aún padecemos en la ciudad".

De este plan, que pretende "acercar" la policía al ciudadano, forma parte la nueva sede de la Unidad Integral de Policía Municipal en Villaverde, que ayer fue inaugurada oficialmente por el alcalde, aunque está operativa desde enero pasado para atender los 16 puntos de vigilancia preferente que se han establecido en el distrito.

Ruiz-Gallardón no desaprovechó la ocasión para recordar las cualidades de esta nueva sede, diseñada para facilitar el acceso a los ciudadanos discapacitados o con algún tipo de minusvalía: "Son unas instalaciones amplias, modernas y cómodas desde las que pretendemos prestar un servicio más eficaz, incorporando las últimas tecnologías y sistemas de comunicación", afirmó.

1.200.000 euros

En las nuevas instalaciones de Villaverde, cuyas dotaciones y equipamientos han supuesto 1.200.000 euros de inversión, trabajan actualmente 115 policías y cinco administrativos. Desde principios de año se han practicado en este centro 22 detenciones, casi 1.500 denuncias en locales y se han recuperado 285 vehículos robados.

El concejal de Seguridad, Pedro Calvo, anunció que próximamente se mejorarán o inaugurarán unidades similares a las de Villaverde en los distritos de Fuencarral, Barajas, Hortaleza y Vicálvaro.

Calvo informó también de que a finales de septiembre próximo terminará "el despliegue" de la Policía de Barrio y que las unidades policiales trabajarán en turnos de mañana, tarde y noche, coordinándose con la Policía Nacional y los servicios de emergencia.

Respecto a la labor de la Policía Municipal en Villaverde, el edil declaró que se desarrolla en los cinco barrios que lo forman (San Andrés, San Cristóbal, Butarque, Los Rosales y Los Ángeles), y que se está dedicando una atención especial a los focos de prostitución de Marconi, las barbacoas y el botellón en el parque de Plata y Castañar o a los núcleos de infravivienda que aún existen en este distrito del sur de la capital, con 125.900 habitantes.

Por su parte, el alcalde Ruiz-Gallardón reafirmó el compromiso de su gobierno para garantizar la seguridad y, a través de ella, los derechos constitucionales de los ciudadanos, para lo cual considera indispensable dotar a la Policía Municipal de instalaciones cercanas y bien equipadas, como las de Villaverde que, dijo, son "las primeras que inauguro desde mi llegada a la alcaldía, pero no serán las últimas".

Según el alcalde, la Administración será la encargada de resolver los problemas de coordinación entre la Policía Municipal y el resto de las Fuerzas de Seguridad del Estado, para que los ciudadanos "sientan su presencia cercana, como garantía de su calidad de vida". "Queremos que los madrileños sepan adónde dirigirse y que vean aquí el primer eslabón de la Administración municipal", afirmó.