_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Mujeres de barro y posguerra

El linaje de Eva, Premio Sial en 2002, recupera las voces poéticas de Gloria Fuertes, Ángela Figuera y Celia Viñas, construidas bajo las ruinas de la posguerra.

Ocultas en los pliegues de la posguerra, las voces de las poetas Ángela Figuera y Celia Viñas afloran desde su silencio en El linaje de Eva, rescatadas por María Payeras, profesora de la Universidad de las islas Baleares. Payeras revisa también la figura excesiva y popular, pero banalizada en ocasiones, de Gloria Fuertes. Las tres construyen sus voces bajo las ruinas de la posguerra, y de una u otra manera quedan ahogadas, en este tiempo de cenizas y épica mediocre, invisibles, como tantas mujeres de su época, entre las poetas de la preguerra civil (Rosa Chacel, en su etapa vanguardista y ramoniana; Concha Méndez o Ernestina Champurcín) y las de la década de los sesenta y años posteriores, como Clara Janés, María Victoria Atencia o Cristina Rosetti. La más lograda de las voces recobradas en este ensayo es la de Ángela Figuera, que irrumpe en 1948 con Mujer de barro, un canto a la plenitud personal y al goce carnal en pleno franquismo. Y eso que era una voz que emergía no sólo de la madurez de una mujer de 46 años que sabe quién es y lo que espera de la vida misma, sino también del dolor de haber perdido a un hijo y haber vivido una guerra. Su primer hijo nació muerto en 1935, y en 1936 vino al mundo su segundo hijo, criado en medio de las privaciones económicas que deparó la contienda a los perdedores, entre los que se encuadraban muchos de sus familiares. Este punto de partida da paso a una poesía social en la línea de Blas de Otero y Gabriel Celaya, y a un humanismo cristiano y batallador próximo a Dámaso Alonso. Vencida por el ángel, El grito inútil o Belleza cruel son algunos de sus poemas más expresivos. Ella no es mujer de verso, sino de carne y barro, una voz que merece la pena redescubrir. Payeras conduce al lector también a Celia Viñas, nacida en Lérida y afincada después en Almería, marcada por el bilingüismo y por un mundo poético casi secreto en medio de otras actividades literarias o pedagógicas. A Gloria Fuertes, superviviente del postismo y dueña de una vocación poética labrada entre dificultades económicas, le da la vuelta y hace ver bajo sus poemas sin ton ni son, la hondura y la coherencia.

EL LINAJE DE EVA

María Payeras

Sial Ediciones. Madrid, 2003

134 páginas. 12 euros

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_