El Bellas Artes de Bilbao recibe en préstamo una obra de Juan Gris

Un coleccionista privado afincado en Madrid ha prestado al Museo de Bellas Artes de Bilbao una obra de Juan Gris. La pieza, titulada Le citron (El limón), es un óleo de pequeño formato -19 por 33 centímetros-, pintado en 1992, en la etapa más brillante del artista. Desde ayer se expone en las salas de arte contemporáneo de la pinacoteca.

El acuerdo establece una cesión por cinco años prorrogables y que la identidad del propietario no sea revelada. Le citron es un bodegón en el que se reconocen los planos diagonales y los objetos cotidianos frecuentes en la pintura de Gris, como un frutero con uvas, el limón que da título a la composición, una copa y un ejemplar del periódico Le Journal sobre una mesa.

Juan Gris, el seudónimo de José Victoriano González Pérez (Madrid, 1887-Boulogne-sur-Seine, 1927), pintó Le citron en una época conflictiva de su vida. A los problemas derivados de la I Guerra Mundial se unió una crisis personal del pintor, que se manifestarán en los años posteriores en su trabajo y en la precariedad de su salud.

Marzo del 22

En los primeros años 20, Gris realizó varios encargos de Serge Diaghilev para hacer los decorados de sus ballets, que no tuvieron éxito y le restaron tiempo para la pintura. Buscaba, además, nuevos caminos para sustituir al cubismo y no lograba subir su cotización. Pese a las circunstancias desfavorables, en sus años finales realizó obras de gran calidad.

Según señala Douglas Cooper en el catálogo razonado de la obra de Juan Gris, Le citron fue pintado en marzo de 1922, durante una estancia de seis meses del artista y su esposa en Céret, una localidad del Rosellón, al pie de los Pirineos, cerca de la frontera española. La luz y los recuerdos que le trajó su regreso a Céret después de varios años, le infundieron fuerzas. Su pintura ganó en calidad, en transparencia y en elegancia. Cooper le califica como "una especie de Zurbarán del siglo XX", por su conexión con la tradición del Siglo de Oro.

El director del museo, Javier Viar, manifestó ayer su deseo de potenciar las relaciones con los coleccionistas privados y la incorporación de más obras en préstamo a la pinacoteca.